sábado, 22 de noviembre de 2008

Obama "copia" a Zapatero

Aunque los modos de hacer política en los EEUU y en España son distintos, a veces ocurre lo que va a producirse cuando Barack Obama sea Presidente de USA. Ocurrirá que el presidente americano reproducirá una situación, en su gobierno, en su administración, como se dice por allí, que ya llevó Zapatero a su primer gobierno. Obama ha propuesto a Hillary Rodham Clinton para que sea Secretaria de Estado.
Cuando en 2004 el PSOE ganó las elecciones, el primer nombramiento que hizo Zapatero fue el de Ministro de Defensa, ya que en esos momentos su prioridad política comprometida electoralmente era la de sacar las tropas españolas de Iraq, a donde el megalómano Aznar las había enviado a mayor gloria de su amigo Bush.
En ambos casos, en el de Obama y en el de Zapatero, el paralelismo se establece en que Bono fue contrincante del actual presidente del Gobierno para la Secretaría General del PSOE, al que ganó por un escaso margen, en tanto que Hillary Rodham Clinton fue la contrincante de Obama en las primarias demócratas, a la que ganó muy al final del proceso.
Obama, como Zapatero, recurren a quienes fueron sus contrincantes directos y, también, encarnizados, para cargos en sus respectivos gobiernos que responden a prioridades fundamentales que han sido objeto de debate en las elecciones que los han llevado a la victoria.
Para Zapatero, el compromiso de sacar a las tropas de la guerra ilegal de Iraq era una prioridad absoluta, y para poder llevarla a cabo eligió a político de su partido que más tirón populista tenía desde su presidencia autonómica de Castilla La Mancha. Para Obama, recuperar el prestigio internacional de EEUU, tirado a la basura por el más nefasto de los presidentes americanos, es una prioridad que no puede encargar sino a una persona curtida en la política, nacional e internacional, y con un amplio tirón mediático y popular fuera de las fronteras norteamericanas.
A Zapatero, la opción de Bono le salió bien, y el ministro de defensa llevó a cabo la operación del modo más adecuado, porque supo elegir a los mandos militares que la ejecutaron. Esperemos que la opción de Obama permita unas relaciones internacionales en las que el prestigio de los EEUU sea compatible, complementario con el prestigio y la eficacia de todos los países que forman parte de la ONU, y no que pretendan imponer un modelo único, un pensamiento único.
Vale.

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