El PP ha presentado un lema de cara a las próximas elecciones municipales y autonómicas: confianza. En realidad, deberían decir "con fianza". Por ejemplo, la que deben imponer ellos mismos al peón graso Díaz de Miera, mentiroso y cobarde judicial.
Dice Pío, por decir algo, que el lema se refiere a los conceptos de firmeza, determinación, convicción, tranquilidad y sinceridad. ¡Ahí es nada! Claro, está claro:
Firmeza, porque han puesto a todos los suyos firmes y contra "prisa". De terminación, porque es el momento de la terminación del mandado de Maricomplejines. Convicción, porque el juicio del 11M está dejando al cuarteto RAZA convictos de dejación de obligaciones en la prevención del terrorismo. Tranquilidad, la que nos llegará a los ciudadanos cuando el 27 de mayo se vuelvan a llevar otro sofocón. Y sinceridad... ¡qué graciosos quieren ser!
Esta gente que encarga productos de marketing en el mercado de la publicidad agresiva, engañosa, no se paran a pensar en que esos productos les delatan, como esos "conceptos" que señalan. ¿Qué confianza vamos a tener los ciudadanos en un partido que nos la reclama con colores naranjas? ¿No se han fijado en que ese color naranja es el de los camiones de las constructoras, el color que más abunda en los parques móviles de los alcaldes y concejales del PP procesados por corrupción urbanística?
¿Que confianza nos reclama el rey del turrón, el asesor de Murdoch, el piloto de helicópteros o el que es demócrata Abeces?
Vale.