viernes, 9 de febrero de 2007

Gestión, mala gestión, Saponi

Cuando en las escuelas de negocio se estudien ejemplos de gestión, en lo sucesivo habrá tres niveles, descendentes: buena gestión, mala gestión y Saponi.
El ridículo en el que el próximo exalcalde de Cáceres ha caído y ha hecho caer al Ayuntamiento en la compra del chalet de Los Málaga es portentoso. Después de anunciar a bombo y platillo la inminente compra, de fijar el precio de establecer las contraprestaciones, resultan que le estaban vendiendo una mula coja, como a cualquier presidente de club de fútbol.
La mala gestión de Saponi no se puede calificar sólo de mala, o incompetente, sino que demuestra, sencilla y llanamente, que el señor Saponi es inútil para el ejercicio de su cargo.
En todo esto, llama la atención una cosa, que demuestra la categoría de la ciudad: desde que el equipo de gobierno se vio obligado a suspender la compra, ni una crítica, no ya de los partidos de la oposición, ni una crítica de los medios de comunicación. Diríase que los periodistas sienten cierta conmiseración hacia el inútil gestor público y consideran que ya está amortizado, que perderá las próximas elecciones y que para qué amargarle los cuatro meses escasos que le quedan en el cargo. O diríase que los periodistas, profesión noble ejercida por innobles y pagada por más innobles empresarios, consideran que va a ganar las elecciones y que no les convienen enfrentarse a la furia de un alcalde herido en su honor.
¿Y los papeles? ¿Qué papeles ha entregado la familia Málaga al incompetente alcalde? ¿Qué papeles ha entregado el alcalde incompetente a la familia Málaga? ¿Qué ha gastado, de dinero contante y sonante el Ayuntamiento en esta operación?
Dios qué buena ciudad si tuviera un buen alcalde.
Vale.

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