El pasado día 16 de enero, el Ayuntamiento de Cáceres aprobó en sesión plenaria una moción presentada por el PP en relación con la continuidad del CIMOV nº 1 en la ciudad. La moción contó con el apoyo unánime, incluida IU, de todos los grupos municipales. El contenido de la moción, por otra parte, es una muestra de la ignorancia más completa en materia de asuntos de Defensa, y su redacción, sencillamente vergonzante.
La finalidad de la moción presentada por el PP no era apoyar la continuidad de la unidad militar en la ciudad, sino atacar directamente a la alcaldesa de la ciudad, que había firmado junto con el Presidente de la Junta y la Ministra de Defensa un Protocolo de Intenciones sobre la reordenación de inmuebles del ministerio en la ciudad entre otras cosas. El portavoz del PP, autor confeso de la moción perpetrada, estuvo presente en la firma del Protocolo y pasó un mal trago, sus gestos y su actitud durante todo el acto protocolario debieron ser dignos de una grabación para verlos.
En ese uso de la continuidad de la instalación militar, el portavoz del PP jugaba con la pretensión de que la moción fuera rechazada, para así tener argumentos (quiero decir, artillería política) con los que seguir atacando al gobierno municipal. Pero la aprobación de su propuesta desarmó su estrategia.
Por otra parte, y ante el desconocimiento profundo de los temas de militares y de Defensa en general, alguien debió aleccionarle y en una rueda de prensa convocada para asuntos de participación ciudadana volvió a cargar contra la alcaldesa, llegando a pedir su dimisión con una frase: «no puede estar ni un día más al frente de la ciudad», porque según el portavoz popular, “nos están robando el regimiento de ingenieros”.
Agotada en sí misma la finalidad de la esperpéntica moción aprobada por el pleno, la estrategia continúa como si esa aprobación no hubiera tenido lugar, y se suma alegremente el presidente regional del PP, con la misma finalidad, pero en este caso, para atacar al Presidente de la Junta de Extremadura.
A Monago y a Castellano les da exactamente igual que el CIMOV nº 1 continúe o no en la ciudad, les da exactamente igual que el compromiso del ministerio de ampliar los terrenos del acuartelamiento para mejorar las condiciones de formación de soldados siga adelante, a ellos les da exactamente igual. Es más, desearían con todas sus fuerzas que finalmente la decisión fuera la que el PP adoptó en la legislatura del peor ministro de Defensa de la historia de España, un tal Trillo. Esa decisión les vendría como… de perlas.
A Monago y a Castellano, cuando hablan, se les nota una profunda carencia en materia de Defensa, que no es una carencia debida a que hayan o no tenido experiencia militar, sino a una profunda falta de capacidad de conocer cómo funciona el Estado, ya que los asuntos de la Defensa Nacional son, constitucionalmente, el Estado puro y duro, y eso, a cargos (iba a poner dirigente o líderes, pero sería elevarlos a una categoría a la que nunca podrán llegar por incompetencia) políticos tan limitados, les sobrepasa.
Las comunicaciones recibidas por la Alcaldesa de Cáceres y el Presidente de la Junta, en contestación a las peticiones de información, y alguna que ha sido remitida desde el ministerio sin petición previa, son argumentos, no artillería política, que desmontan la estrategia que ha iniciado el PP de cuanto peor, mejor.
Castellano y Monago, pero sobre todo el primero, están deseando que el CIMOV nº 1 se cierre, y su forma de actuar no ofrece dudas. Y no las ofrece porque su incultura no le permite discernir entre deseos y realidades.
La finalidad de la moción presentada por el PP no era apoyar la continuidad de la unidad militar en la ciudad, sino atacar directamente a la alcaldesa de la ciudad, que había firmado junto con el Presidente de la Junta y la Ministra de Defensa un Protocolo de Intenciones sobre la reordenación de inmuebles del ministerio en la ciudad entre otras cosas. El portavoz del PP, autor confeso de la moción perpetrada, estuvo presente en la firma del Protocolo y pasó un mal trago, sus gestos y su actitud durante todo el acto protocolario debieron ser dignos de una grabación para verlos.
En ese uso de la continuidad de la instalación militar, el portavoz del PP jugaba con la pretensión de que la moción fuera rechazada, para así tener argumentos (quiero decir, artillería política) con los que seguir atacando al gobierno municipal. Pero la aprobación de su propuesta desarmó su estrategia.
Por otra parte, y ante el desconocimiento profundo de los temas de militares y de Defensa en general, alguien debió aleccionarle y en una rueda de prensa convocada para asuntos de participación ciudadana volvió a cargar contra la alcaldesa, llegando a pedir su dimisión con una frase: «no puede estar ni un día más al frente de la ciudad», porque según el portavoz popular, “nos están robando el regimiento de ingenieros”.
Agotada en sí misma la finalidad de la esperpéntica moción aprobada por el pleno, la estrategia continúa como si esa aprobación no hubiera tenido lugar, y se suma alegremente el presidente regional del PP, con la misma finalidad, pero en este caso, para atacar al Presidente de la Junta de Extremadura.
A Monago y a Castellano les da exactamente igual que el CIMOV nº 1 continúe o no en la ciudad, les da exactamente igual que el compromiso del ministerio de ampliar los terrenos del acuartelamiento para mejorar las condiciones de formación de soldados siga adelante, a ellos les da exactamente igual. Es más, desearían con todas sus fuerzas que finalmente la decisión fuera la que el PP adoptó en la legislatura del peor ministro de Defensa de la historia de España, un tal Trillo. Esa decisión les vendría como… de perlas.
A Monago y a Castellano, cuando hablan, se les nota una profunda carencia en materia de Defensa, que no es una carencia debida a que hayan o no tenido experiencia militar, sino a una profunda falta de capacidad de conocer cómo funciona el Estado, ya que los asuntos de la Defensa Nacional son, constitucionalmente, el Estado puro y duro, y eso, a cargos (iba a poner dirigente o líderes, pero sería elevarlos a una categoría a la que nunca podrán llegar por incompetencia) políticos tan limitados, les sobrepasa.
Las comunicaciones recibidas por la Alcaldesa de Cáceres y el Presidente de la Junta, en contestación a las peticiones de información, y alguna que ha sido remitida desde el ministerio sin petición previa, son argumentos, no artillería política, que desmontan la estrategia que ha iniciado el PP de cuanto peor, mejor.
Castellano y Monago, pero sobre todo el primero, están deseando que el CIMOV nº 1 se cierre, y su forma de actuar no ofrece dudas. Y no las ofrece porque su incultura no le permite discernir entre deseos y realidades.
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