jueves, 9 de octubre de 2008

Madrid prohíbe los hombres-anuncio en nombre de la dignidad

El alcalde de Madrid, don Alberto, ha tenido una ocurrencia paternalista, propia de quienes ven el mundo desde una derecha rancia y antigua: prohibir los hombres anuncio en nombre de la dignidad. Es rancia y antigua, y paternalista, porque pretende defender la dignidad de quienes, en la Gran Vía de Madrid se ganan la vida colocándose de hombres anuncio, de quienes, para poder vivir dignamente, aceptan ese puesto de trabajo.
Me parece muy bien, y estoy de acuerdo con don Alberto, en que hay que defender la dignidad del hombre. Claro. Pero prohibir los hombres anuncio... Porque, vamos a ver: ¿es indigno que un inmigrante, en paro, para poder pagarse un alquiler y poder comer una vez al día, se coloque unos cartelones y se pasee por la Gran Vía a la vista de mucha gente que pasa? No creo, don Alberto, que eso sea más indigno que ser hombre anuncio de una casa de apuestas, que sea visto por millones de personas, y encima los hombres anuncio que llevan camisetas con esa publicidad son aplaudidos y considerados héroes. Y quien dice casas de apuestas, dice coches, refinerías, y cualquier cosa que produzca enormes beneficios.
¿Qué diferencia hay, don Alberto, entre un inmigrante que trata de ganarse dignamente 600 euros al mes y una megaestrella de fútbol que anuncia una casa de apuestas? ¿Es que hay que defender la dignidad del hombre anuncio de Gran Vía y no defender la dignidad de Raúl? ¿O es que Raúl, al venderse como hombre anuncio ha perdido su dignidad?
En realidad, al bueno de don Alberto, que se ha pasado con esto varios pueblos, hasta por lo menos Navalmoral de la Mata, le ha perdido la vestimenta: ha querido vestir de defensa de la dignidad lo que es en realidad su deseo de retirar de la vía pública a esos pobres desgraciados que se pasan el día arriba y abajo por la acera anunciando la compra de oro.
Así, don Alberto, no se defiende la dignidad. Así, lo que está usted haciendo es poniéndole precio. Y eso... es indigno.
Vale.

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