Los días 20 y 21 de octubre de 2008 se han celebrado unas jornadas sobre Seguridad y Defensa, dentro del espacio de encuentro Ágora, un espacio impulsado por el Gabinete de Iniciativas Transfronterizas de la Junta de Extremadura.
En estas jornadas, la Seguridad y la Defensa se estudiaban dentro de la óptica de relaciones hispano portuguesas, y para la mejor comprensión de cuáles son las opiniones de los expertos convocados, de gran nivel en la materia, las referencias a los conceptos que se integran en áreas tan amplias como las señaladas, temas de actualidad como nuevas amenazas, en el sentido estratégico, se han puesto de relieve: cambio climático, migraciones, megaciudades, proliferación de armamento sin mecanismos reguladores, globalización... y la actual crisis económica que modificará los más actuales estudios estratégicos, sin duda, y sin la misma duda, nadie sabe hasta dónde nos llevará.
En dichas jornadas, una de las mesas redondas se titulaba "El papel de las Fuerzas Armadas en la sociedad de hoy". El primer ponente en intervenir, Manuel López Blázquez, Director General de Relaciones Institucionales del Ministerio de Defensa, se congratuló por el matiz del título. Se congratulaba de que se hablara de las FAS en la sociedad de hoy, y no, como es habitual, de la relación Fuerzas Armadas y sociedad. O lo que es lo mismo, el espacio Ágora asume lo que debe ser normal, que las FAS pertenecen a la sociedad de la que emergen y no son un antagonismo, una confrontación de mundos ajenos.
Tomadas notas de la intervención del representante del Ministerio de Defensa, estas son sus aportaciones, que considero muy acertadas, tanto de mi conocimiento del ámbito militar como de pertenencia a una sociedad que creo debería asumir mejor la necesidad de que la Defensa, y la Seguridad, son un derecho (derecho a recibir, como ciudadano, la protección del Estado) y un deber (contribuir a la Defensa de la nación, cualquiera que sea la concepción de nación que se tenga).
Pasado: ¿Cómo hemos llegado a esta situación, a la situación actual de las FAS y la sociedad? Alude a las previsiones del Art. 8.2 CE.
Las FAS son la institución de la sociedad española que más se ha transformado en su misión en los últimos 30 años. La LOE extiende el capítulo de misiones del Art. 8.2 para imbricarla en el mundo cambiante: vocación internacional, instrumento al servicio del resto de las instituciones pública.
Hablamos de “cultura de Defensa”, como la comprensión de lo que hacen las FAS.
La percepción de este cambio ha llegado a la sociedad: el Barómetro Elcano de Julio de 2008 señala como elementos distintivos e importantes la integración de la mujer en las FAS, el nombramiento de una mujer como ministra de Defensa y valoración global (91% positiva y muy positiva). No obstante, siendo realistas, esta buena percepción se basa en una visión edulcorada (misiones internacionales, con una buena actuación de las tropas en el extranjero, que ya han estado en más de treinta países, y se han enviado a ellas unos 90.000 militares, y la participación ante catástrofes naturales o provocadas –incendios- de la UME). En las FAS hay 126.000 profesionales, pero entre los que están en misiones internacionales más la UME, son 7.000, por lo que habría que extender esa comprensión para todos, no sólo para los aspectos más fotogénicos.
Las FAS se encargan de mantener la libertad frente al miedo (como concepto genérico). Las FAS no son una ONG pero sin la presencia de soldados españoles armados las ONGs no podrían trabajar en determinados escenarios (por ejemplo, Afganistán). Los recursos son limitados y ahora, con la crisis, se recortan.
Futuro: ¿Qué papel tienen que tener las FAS en el conjunto de la sociedad? Operativamente, estar preparadas para los retos futuros (los riesgos y amenazadas) en un mundo complejo y globalizado, con fronteras permeables. Percepción social: el reto es conseguir que los ciudadanos comprendan en su integridad el trabajo que cumplen las FAS.
Las FAS son la institución de la sociedad española que más se ha transformado en su misión en los últimos 30 años. La LOE extiende el capítulo de misiones del Art. 8.2 para imbricarla en el mundo cambiante: vocación internacional, instrumento al servicio del resto de las instituciones pública.
Hablamos de “cultura de Defensa”, como la comprensión de lo que hacen las FAS.
La percepción de este cambio ha llegado a la sociedad: el Barómetro Elcano de Julio de 2008 señala como elementos distintivos e importantes la integración de la mujer en las FAS, el nombramiento de una mujer como ministra de Defensa y valoración global (91% positiva y muy positiva). No obstante, siendo realistas, esta buena percepción se basa en una visión edulcorada (misiones internacionales, con una buena actuación de las tropas en el extranjero, que ya han estado en más de treinta países, y se han enviado a ellas unos 90.000 militares, y la participación ante catástrofes naturales o provocadas –incendios- de la UME). En las FAS hay 126.000 profesionales, pero entre los que están en misiones internacionales más la UME, son 7.000, por lo que habría que extender esa comprensión para todos, no sólo para los aspectos más fotogénicos.
Las FAS se encargan de mantener la libertad frente al miedo (como concepto genérico). Las FAS no son una ONG pero sin la presencia de soldados españoles armados las ONGs no podrían trabajar en determinados escenarios (por ejemplo, Afganistán). Los recursos son limitados y ahora, con la crisis, se recortan.
Futuro: ¿Qué papel tienen que tener las FAS en el conjunto de la sociedad? Operativamente, estar preparadas para los retos futuros (los riesgos y amenazadas) en un mundo complejo y globalizado, con fronteras permeables. Percepción social: el reto es conseguir que los ciudadanos comprendan en su integridad el trabajo que cumplen las FAS.
Vale.
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