miércoles, 6 de mayo de 2009

Wayne Simien, la iglesia esponsorizada













La retirada espiritual de Wayne Simien, jugador del Cáceres 2016 Basket, para dedicarse a labores de pastoreo religioso, está marcada, entre otras cosas, por una presencia en internet muy interesante. La página de la iglesia (creo que más bien se llama comunidad, como se dice en las series yankis) de Simien lleva directamente a una empresa comercializadora de bebidas energéticas el tipo del Gatorade o similares (¿simienlares?). Así, desde Yo Estoy Llamado A La Grandeza (en inglés, "I Am Called To Greatness"), esto es, desde http://www.iamctg.org/ se accede directamente a la empresa de bebidas energéticas, http://www.glaceau.com/.
Pero trasteando un poco más en la web de la comunidad religiosa de Simien, aparecen otros enlaces que, sin duda, aportan su parte económica. Si accedemos a la "bio" de Wayne Simien Jr., y pinchamos dos veces sobre su fotografía, salta un nuevo enlace a una empresa, "REP 1 Sports Groups", una empresa de representantes de deportitas, básicamente jugadores de la NFL, aunque también hay algunos jugadores de béisbol, golf, y un solo jugador de baloncesto, el propio Simien. La empresa tiene su sede en California, y no debe ser una empresa pequeña, por que su Staff es bastante amplio, como puede verse en el pantallazo.
Con estas cosas, las bebidas energéticas patrocinadoras, el link a una empresa de representantes de jugadores, los recursos económicos de la comunidad espiritual de Simien no deben ser escasos. Esto no es ni bueno ni malo, pero es una manera de hacer las cosas que en los USA está muy extendida. La financiación de comunidades religiosas como la creada por Wayne Simien forma parte de la actividad ordinaria de las empresas. La REP 1 Sports Group cuenta con una Fundación a través de la cual ayuda en diversos programas y a distintos colectivos.
En España, en Cáceres en concreto, si Lucio Angulo se decidiera a tomarse en serio sus publicaciones de autoayuda y no a dejarlas colgadas en un blog de cualquier manera, y creara una Comunidad de Autoayuda para Jugadores de Baloncesto, no podría tener esas ayudas. Porque lo que pasa con la comunidad de Simien es que consigue que la responsabilidad social de las empresas le financien el proyecto. Así, ejerce de altruista, de ayudar a los demás... menos a sus compañeros de trabajo a los que dejó tirados (o eso parece).
Vale.

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