El presidente Obama ha anunciado el próximo nombramiento de un responsable para la seguridad cibernética, lo que, de inmediato, han calificado los medios como "ciber zar". Es una consecuencia, una más, de la globalización.
En un mundo cada vez más interconectado, la administración Obama se ha planteado la necesidad de saber qué pasa en otras partes del mundo (para eso tiene las diversas agencias de seguridad) y ahora quiere saber qué pasa en ese otro mundo que es internet. Cada vez son más los estudios y análisis que consideran que los Estados, los Gobiernos, han de estar en disposición de conocer cómo afecta a la Defensa y a la Seguridad el tráfico de datos e informaciones que circulan en un mundo no físico, no delimitado. Para el mejor entendimiento, un ejemplo: cuando manejamos Google, en español, podemos buscar páginas en "la web", o páginas "en español" o páginas "en España". Cuando buscamos en la web nos aparecen páginas que pueden estar localizadas en cualquier parte, pero cuando buscamos páginas "en español", pueden estar localizadas en España o en cualquier parte del mundo.
Para asuntos como la Defensa o la Seguridad, cuestiones tan simples como saber dónde está alojada una web desde la que se reivindica un atentado terrorista o una amenaza sanitaria, es un asunto que requiere tener preparados los sistemas de una administración que pretenda y que aspire a garantizar la seguridad de sus ciudadanos y la defensa de los intereses nacionales.
Los analistas en estos temas, cuya divulgación ha de ser cada vez más conocida, consideran que saber qué pasa en internet permitirá establecer estrategias ante peligros y amenazas, manteniendo siempre un equilibrio necesario entre libertades y necesidades en Defensa y Seguridad.
Estos asuntos son tratados cada vez más por los centros de estudios en los países occidentales que están formados por civiles y militares, en un campo de trabajo donde las relaciones entre ambos niveles formulan análisis y propuestas que van lentamente siendo asumidas por los gobiernos.
Es curioso que los partidos políticos, los más interesados en la consecución de los resortes de poder, en alcanzar la gobernabilidad, tengan, al menos en España, tan poco interés en estos asuntos, y no aparezcan en sus organigramas áreas concretas dedicadas a los asuntos de Defensa y Seguridad (están difuminados en áreas con denominaciones muy genéricas), por lo que la incidencia del desarrollo de internet en ellos ya casi desaparece.
La inexistencia de estos asuntos como principales en las estructuras de los llamados partidos nacionales (por lo que he podido ver, también sucede en la mayoría de los países occidentales) se acrecienta por un aspecto político de primer orden: la Defensa y la Seguridad son puramente Estado, el núcleo duro de la esencia de un Estado, junto con la Hacienda Pública, la Justicia y los Asuntos Exteriores.
La tradicional ausencia de los asuntos de Defensa y Seguridad (no confundir Seguridad con asuntos policiales) en las estructuras de los partidos, tiene en la existencia de un nuevo espacio, internet, en el que se juegan ya, y se jugarán en el futuro, peligros y amenazas a los que los partidos solamente se enfrentan cuando ejercen el gobierno. O lo que es lo mismo, están llegando tarde.
Por ello, la decisión de Obama tendrá efectos positivos en esta materia, por el simple contagio que sus acciones políticas están teniendo en todo el mundo. Sería muy deseable que en España, al menos el PSOE pudiera crear una estructura dentro de su organización más allá de ese epígrafe escondido dentro de la Secretaría que ostenta Elena Valenciano, y que esa estructura tenga su correlato en la propia definición federal del partido, porque es sencillamente desolador escuchar a importantes cargos territoriales (Presidentes de Comunidades Autónomas, Consejeros, Alcaldes de ciudades importantes, Secretarios Generales...) hacer comentarios sobre asuntos de la Defensa y la Seguridad llenos de inexactitudes, errores, incoherencias. Si a ello sumamos que existe una potencia mundial poco conocida (internet) y emergente en estas materias, la desolación se convierte en un paisaje yermo.
Vale.
En un mundo cada vez más interconectado, la administración Obama se ha planteado la necesidad de saber qué pasa en otras partes del mundo (para eso tiene las diversas agencias de seguridad) y ahora quiere saber qué pasa en ese otro mundo que es internet. Cada vez son más los estudios y análisis que consideran que los Estados, los Gobiernos, han de estar en disposición de conocer cómo afecta a la Defensa y a la Seguridad el tráfico de datos e informaciones que circulan en un mundo no físico, no delimitado. Para el mejor entendimiento, un ejemplo: cuando manejamos Google, en español, podemos buscar páginas en "la web", o páginas "en español" o páginas "en España". Cuando buscamos en la web nos aparecen páginas que pueden estar localizadas en cualquier parte, pero cuando buscamos páginas "en español", pueden estar localizadas en España o en cualquier parte del mundo.
Para asuntos como la Defensa o la Seguridad, cuestiones tan simples como saber dónde está alojada una web desde la que se reivindica un atentado terrorista o una amenaza sanitaria, es un asunto que requiere tener preparados los sistemas de una administración que pretenda y que aspire a garantizar la seguridad de sus ciudadanos y la defensa de los intereses nacionales.
Los analistas en estos temas, cuya divulgación ha de ser cada vez más conocida, consideran que saber qué pasa en internet permitirá establecer estrategias ante peligros y amenazas, manteniendo siempre un equilibrio necesario entre libertades y necesidades en Defensa y Seguridad.
Estos asuntos son tratados cada vez más por los centros de estudios en los países occidentales que están formados por civiles y militares, en un campo de trabajo donde las relaciones entre ambos niveles formulan análisis y propuestas que van lentamente siendo asumidas por los gobiernos.
Es curioso que los partidos políticos, los más interesados en la consecución de los resortes de poder, en alcanzar la gobernabilidad, tengan, al menos en España, tan poco interés en estos asuntos, y no aparezcan en sus organigramas áreas concretas dedicadas a los asuntos de Defensa y Seguridad (están difuminados en áreas con denominaciones muy genéricas), por lo que la incidencia del desarrollo de internet en ellos ya casi desaparece.
La inexistencia de estos asuntos como principales en las estructuras de los llamados partidos nacionales (por lo que he podido ver, también sucede en la mayoría de los países occidentales) se acrecienta por un aspecto político de primer orden: la Defensa y la Seguridad son puramente Estado, el núcleo duro de la esencia de un Estado, junto con la Hacienda Pública, la Justicia y los Asuntos Exteriores.
La tradicional ausencia de los asuntos de Defensa y Seguridad (no confundir Seguridad con asuntos policiales) en las estructuras de los partidos, tiene en la existencia de un nuevo espacio, internet, en el que se juegan ya, y se jugarán en el futuro, peligros y amenazas a los que los partidos solamente se enfrentan cuando ejercen el gobierno. O lo que es lo mismo, están llegando tarde.
Por ello, la decisión de Obama tendrá efectos positivos en esta materia, por el simple contagio que sus acciones políticas están teniendo en todo el mundo. Sería muy deseable que en España, al menos el PSOE pudiera crear una estructura dentro de su organización más allá de ese epígrafe escondido dentro de la Secretaría que ostenta Elena Valenciano, y que esa estructura tenga su correlato en la propia definición federal del partido, porque es sencillamente desolador escuchar a importantes cargos territoriales (Presidentes de Comunidades Autónomas, Consejeros, Alcaldes de ciudades importantes, Secretarios Generales...) hacer comentarios sobre asuntos de la Defensa y la Seguridad llenos de inexactitudes, errores, incoherencias. Si a ello sumamos que existe una potencia mundial poco conocida (internet) y emergente en estas materias, la desolación se convierte en un paisaje yermo.
Vale.
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