Después de la torpeza del exministro Bermejo, acudiendo a una cacería con el juez Garzón, que el PP, con Marianín arrastrado por Trillo y con los palmeros de la prensa antisocialista, ha conseguido rentabilizar con la dimisión de Bermejo, ahora resulta que el mismo día en que se conoció la (posible) implicación de Francisco Camps, el vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial, Fernando de Rosa, estuvo reunido con Camps. Luego, hizo unas declaraciones que claramente insinuaban que Garzón estaba prevaricando.
Ahora, días después, se conoce que tuvo lugar aquella reunión. ¿De qué hablaron el presidente de la Comunidad Valenciana y el vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial? El mismo día, el diputado nacional del PP, José María Michavila, que fue ministro de Justicia con Aznar, y cuyo despacho de abogados aparece relacionado con el Ayuntamiento de Boadilla del Monte y con el presidente del Grupo Begar, Ulibarri, también estuvo con Francisco Camps. ¿Estuvieron al mismo tiempo reunidos Camps, Michavila y De Rosa? ¿De qué hablaron cuando ya se conocía al menos el asunto de los 30.000 euros en trajes que había pagado "El Bigotes" en la lujosa tienda Milano?
Después de la cacería que ha reportado al PP el trofeo de Fernández Bermejo, ahora le toca a Mariano, Trillo y Soraya, "Los 3 Justicieros", dar explicaciones. De momento, el bravo De Rosa parece que se la va envainando en su puesto del CGPJ (o lo mismo ya va viendo que sus "advertencias" al juez van surtiendo efecto y por eso parece que se la envaina). Camps y Michavila miran para otro lado.
Pero, claro, habría que hacer más preguntas y afirmar alguna certeza. Por ejemplo, es fácil entender que Fernando de Rosa actúa conforme a la doctrina Fabra, esto es, que actúa como cautivo de Francisco Camps, a quien le debe su actual poltrona. Camps ha sido jefe de De Rosa cuando este era consejero de Justicia en la Comunidad Valenciana, y fue él el que le propuso para el CGPJ. O lo que es lo mismo: le debe pleitesía. Y, como en la serie Fama, es ahora cuando tiene que pagar los favores recibidos.
Michavila, con despacho de abogados de postín, ligado en su ejercicio profesional (¿o algo más?) a algunos imputados de la trama investigada por Garzón, perteneció al núcleo duro del gobierno de Aznar, y los datos que se van conociendo se refieren a negocios realizados bien con la dirección del PP mientras Aznar fue su presidente, o en las dos legislaturas de Aznar. Y hay que recordar, siempre hay que recordar, que Ana Botella reclamó en la dirección nacional del partido el día de la foto célebre que el cierre de filas también alcanzara a la época en que su maridito era el mandón.
¿De qué habló el Vicepresidente del Consejo del Poder Judicial, Fernando de Rosa, con su jefe político, Francisco Camps el 21 de febrero, cuando ya se conocía la (posible) implicación de este en la investigación? ¿Le pidió algo el presidente a su subordinado? O, más bien, ¿le ordenó algo? Y Michavila, ¿qué hacía por aquellos alrededores, además de mostrar su "solidaridad" con su amigo Camps? ¿Le fue a ofrecer sus servicios como abogado? ¿Coincidieron los 3, Camps, Michavila y De Rosa en la misma reunión?
Estas y otras muchas preguntas deberán ser respondidas por los justicieros Mariano, Trillo y Soraya. Especialmente por Trillo, que para eso es el ángel anunciador de querellas.
Vale.
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