sábado, 14 de febrero de 2009

Felipe Vela: usurero político

Cuando en la actividad política, a cualquier nivel, se está participando activamente, la carencia de ideología, o la ocultación premeditada de la ideología que uno profesa, el paso siguiente deriva hacia el analfabetismo político o hacia el fascismo. ¿Cuántas veces oímos decir a gentes que son apolíticos? La "apolítica" no existe. Ya lo decía creo que Perich, ¿o era Chumy Chumez en Hermano Lobo?: "yo soy apolítico de derechas, como mi padre". También están los demócrata cristiano ateos. Y los independientes que lo son por haber sido expulsados de los partidos a los que se unieron con la única intención de medrar.
Esta fauna variopinta que, al final, reducen su ideario a "luchar por mi pueblo", es la que carece de ideario político, y que, en la práctica, su único ideario está, como sucede en muchos casos, en la cartera, y en menos, pero se dan, en ver satisfecho su ego personal, pasar a la pequeña historia. También se suelen mezclar, a menudo, egos y carteras.
En Cáceres, el pacto de gobierno local entre PSOE e IU (bueno, entre PSOE y Pavón, porque IU ya no existe) está apuntalado por un concejal encajable en varias de las opciones anteriores, Felipe Vela, si bien prima en su actitud y en sus comportamientos el componente ególatra. Esa egolatría le lleva, la mayor parte de las veces, cuando habla o cuando mantiene reuniones, a ponerse de ejemplo, ya sea como cacereño de pro, o como abogado de prestigio (?), o como especialista en auditorias, para, de ahí, sacar las conclusiones a las que quiere llegar y a las que pretende llevar a los demás.
En la práctica, su aspecto personal, incluso físico, y en la usura con la que plantea sus demandas (cuando exige decisiones de la alcaldía a cambio de grandes beneficios para su ego, para demostrar luego en círculos familiares lo mucho que manda), recuerda especialmente una leyenda cacereña recogida por Publio Hurtado, de un judío que vivía en Las Tenerías.
La usura política en beneficio del ego solamente lleva a la destrucción. El paso de Felipe Vela por el PP se saldó con su salida porque comprobó que no tenía apoyos para ser designado cabeza de lista en la siguiente convocatoria. Esa salida la "razonó" en que su capacidad profesional no le permitía seguir estando en un grupo municipal que no la tenía en cuenta. Normal, porque el PP ponía por delante su ideario político de derecha pura y dura, y la política y la egolatría, al final, terminan estrellándose.
Esa usura la pretende aplicar de nuevo respecto al pacto PSOE-IU, forzando a que la alcaldesa Carmen Heras, "elija" entre él y Pavón, el concejal de lo que queda de IU. Mala forma de medir, porque en la decisión política que se adopte primará el componente político, de manera que si la elección es coherente, esto es IU, Felipe Vela deberá, en ese caso, tomar una decisión también política: renunciar a los acuerdos que tiene con el Pacto y pasar a ser un concejal de a pie, en espera de que sus anteriores "compañeros" del PP le ofrezcan algo.
La usura política convierte a los que la utilizan en personajes como el de esa leyenda cacereña. Y yo me tengo dicho, desde siempre, que de esos individuos no hay fiarse.
No hay que fiarse nunca de los usureros que te prestan el dinero para que se lo devuelvas al doscientos por ciento, ni de los usureros políticos que te prestan su apoyo a cambio de engordar su ego, de convertirse en reinas o reinonas por un día. Y que, cuando se limpia la fachada de su egolatría, se ve que detrás solamente hay mezquindad.
Vale.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vous avez fait quelques points gentil là. J'ai fait une recherche sur le sujet et se trouvent surtout les gens accord avec votre blog.