domingo, 8 de febrero de 2009

Boletines oficiales y analfabetos

A partir de este año, el Boletín Oficial del Estado solamente se publica en internet. Ya en años anteriores, boletines de diversos organismos públicos habían optado por eliminar la publicación en papel. Este avance tecnológico, saludado por los medios de comunicación, especialmente por los que se publican en papel, sin duda por la campaña de publicidad llevada a cabo por el gobierno para darlo a conocer, habría merecido mejor valoración si no fuera... si no fuera porque, por lo general, los medios de comunicación no suelen "leer" las publicaciones oficiales.
Es cierto que los boletines oficiales prácticamente no los leen más que los funcionarios (y cada uno, lo de lo suyo) y algún que otro pirado. El Tribunal Constitucional tiene sentenciado que los edictos que publican los organismos públicos en esos boletines no son bastante para, por ejemplo, iniciar procedimientos ejecutivos, porque está constatada la nula atención que el común de los ciudadanos les prestan.
Sin embargo, sí es preciso señalar que determinados colectivos deberían tener entre sus obligaciones leer esos boletines. Por ejemplo, periodistas y políticos en la oposición. Recientemente, en Cáceres se ha dado un caso que ejemplifica esta situación. El 26 de diciembre de 2008 el Ministerio de Defensa publicó en el BOE una modificación del despliegue de la fuerza del Ejército de Tierra, que suspendía la previsión de ubicar en esta ciudad un Regimiento de Ingenieros. Hasta el día 9 de enero de 2009 no se publicó la primera información (www.elperiodicoextremadura.com). Y, posteriormente, el partido popular presentó una moción al pleno municipal en la que acusaba al gobierno municipal de no dar publicidad de las decisiones políticas y que si no hubiera sido por los medios de comunicación y por los propios concejales de la derecha, la cuestión nunca se habría conocido.
Lo cierto, lo verdaderamente cierto es que el Ministerio de Defensa dio publicidad donde tiene que darla, en el BOE, a su decisión. Y lo cierto, lo verdaderamente cierto, es que ni los medios de comunicación ni los concejales del PP leen el BOE (creo, en realidad, que es algo peor: que no saben leer las disposiciones legales).
En los periódicos se hacen referencias a lo que se publica en los boletines oficiales solamente cuando desde el organismo correspondiente envía, expresamente, un comunicado informando de la publicación.
Pero los cargos públicos deberían, por obligación, leer los boletines. Y los partidos deberían incluir en sus programas de formación acciones para que los concejales aprendan a leerlos.
En el caso de Cáceres, no obstante, con los concejales que tiene el Partido Popular en el Ayuntamiento, intentar que lean diariamente los boletines es tiempo perdido. Y que el propio partido les enseñe, más perdido aún.
Vale.

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