La Constitución Española establece en su artículo 6 que "los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la Ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos."
Aunque a estas alturas de usos democráticos parece una obviedad apelar a ese precepto constitucional, no está de más recordarlo de cuando en vez. Y, en la ciudad de Cáceres, parece que es preciso hacer algo de pedagogía, para que no se den hechos que, si no se corrigen, pueden provocar dificultades democráticas.
Se trata de unas pintadas que las Juventudes Comunistas han realizado en la puerta de la sede local del PSOE. No se trata tanto del valor económico que tendrá la limpieza de las pinturas, sino del valor (mejor dicho, del detrimento) democrático que una acción como esta representa.
No hay que olvidar que IU, donde están integradas las Juventudes Comunistas, gobierno en coalición con el PSOE, por lo que este tipo de acciones revelan un déficit democrático que revela una grave situación de descomposición que aparece a menudo en los medios de comunicación.
Claro, que es muy probable que los jóvenes comunistas no hagan sino lo que ven en casa, lo que aprenden de sus mayores, y la acción de pintar la sede socialista no sea sino la muestra de lo único que son capaces de aportar a la gobernabilidad de la ciudad.
Conste que no he utilizado, en ningún momento, el vocablo "ataque", porque no lo es. No es un ataque a la sede socialista, es la expresión proyectada por las JJCC en la fachada socialista de un déficit democrático y de una desértica capacidad ideológica, solamente apoyada en consignas sin referentes de consistencia y sin posibilidad de apoyar, cuando se ejerce el gobierno, esas consignas en propuestas de gobierno que mejoren la vida ciudadana y pongan en valor el papel que la Constitución reserva a los partidos políticos.
Vale.
Aunque a estas alturas de usos democráticos parece una obviedad apelar a ese precepto constitucional, no está de más recordarlo de cuando en vez. Y, en la ciudad de Cáceres, parece que es preciso hacer algo de pedagogía, para que no se den hechos que, si no se corrigen, pueden provocar dificultades democráticas.
Se trata de unas pintadas que las Juventudes Comunistas han realizado en la puerta de la sede local del PSOE. No se trata tanto del valor económico que tendrá la limpieza de las pinturas, sino del valor (mejor dicho, del detrimento) democrático que una acción como esta representa.
No hay que olvidar que IU, donde están integradas las Juventudes Comunistas, gobierno en coalición con el PSOE, por lo que este tipo de acciones revelan un déficit democrático que revela una grave situación de descomposición que aparece a menudo en los medios de comunicación.
Claro, que es muy probable que los jóvenes comunistas no hagan sino lo que ven en casa, lo que aprenden de sus mayores, y la acción de pintar la sede socialista no sea sino la muestra de lo único que son capaces de aportar a la gobernabilidad de la ciudad.
Conste que no he utilizado, en ningún momento, el vocablo "ataque", porque no lo es. No es un ataque a la sede socialista, es la expresión proyectada por las JJCC en la fachada socialista de un déficit democrático y de una desértica capacidad ideológica, solamente apoyada en consignas sin referentes de consistencia y sin posibilidad de apoyar, cuando se ejerce el gobierno, esas consignas en propuestas de gobierno que mejoren la vida ciudadana y pongan en valor el papel que la Constitución reserva a los partidos políticos.
Vale.
No hay comentarios:
Publicar un comentario