martes, 10 de marzo de 2009

Memoria histórica

Leyenda colocada en fachada de Palacio de Los Golfines de Arriba (Cáceres), Monumento Nacional

Chimenea "histórica" sobre Monumento Nacional. Palacio de Los Golfines de Arriba. Cáceres.
En las últimas fechas ha aparecido publicada en los medios locales (http://www.hoy.es/ y http://www.elperiodicoextremadura.com/) la información referida a que la fiscalía está investigando posibles deterioros ocasionados en un palacio del casco histórico y monumental de la ciudad de Cáceres con motivo de las obras de construcción de un hotel en terrenos próximos.
Las denuncias de los dueños del inmueble que, al parecer, ha resultado dañado han tenido eco en la administración de justicia que, por investigación de la fiscalía, está reclamando datos e informaciones. Al día de hoy, los elementos que más podrían haber dañado al palacio de los reclamantes ya están concluidos, puesto que se está ejecutando el hormigonado perimetral de lo que serán sótanos del hotel y restaurante, incluida la bodega.
Los propietarios del edificio supuestamente dañado, con apellidos rimbombantes y que tienen alquilada una parte de su palacio para restaurante, han sido beligerantes desde antes del comienzo de las obras. Y, ahora, han atraído sobre su "palacio" las miradas de la gente. Y esas miradas revelan que, si bien pudiera existir algún tipo de daño como consecuencia de las obras del hotel, en su palacio existen elementos que conculcan, claramente, la condición de edificio histórico y que deben ser reparadas.
En primer lugar, sobre la cubierta del Palacio de los Golfines de Arriba, que así se llama el palacio, aparece una chimenea metálica que supone un grave atentado a las características arquitectónicas e históricas que argumentan contra las obras que denuncian.
En segundo lugar, y verdaderamente llamativo, sobre la fachada principal de un edificio que fue declarado Monumento Nacional en 1978 aparece una leyenda que repele la democracia y que entra en contradicción con el artículo 15 de la Ley de la Memoria Histórica. Estoy seguro de que, si se pone en marcha una iniciativa popular para que se elimine de la fachada de un Monumento Nacional un "recuerdo" como el que ensucia su fachada y agrede la sensibilidad de cualquier ciudadano con convicciones democráticas, los propietarios, en primer lugar, y muchos de los que claman por el "respeto" a la ciudad monumental montarán en cólera.
Esa fachada, mancillada por una leyenda que ensalza al autor del golpe de estado que dio lugar a la guerra civil, debe ser limpiada, debe ser devuelta a una contemplación de los ciudadanos que no se sientan agredidos por el recuerdo de la etapa más oprobiosa de la historia de España del siglo XX.
Sin embargo, los propietarios, herederos absolutos de los bienes que la dictadura concedió (por las buenas y por las malas, según los casos) a quienes la alentaron y apoyaron, no permitirán que se toque, cuando cualquier fisura que pudiera haberse producido por las vibraciones de las obras de construcción del hotel puede ser reparada, que hay técnicas para ello, pero el daño moral que a los ciudadanos nos produce la leyenda que con orgullo exhiben en la fachada no tendrá más reparación que con su desaparición.
Vale.

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