Cuando en junio de 2007 se estaba fraguando la constitución del Ayuntamiento de Cáceres tras las elecciones de mayo, el candidato del PP anunció su marcha, que materializó en el primer pleno que se celebró. En aquellas fechas, Saponi dijo: "Después de su intervención y ante las preguntas de los medios de información, el ex alcalde reiteró que en las pasadas elecciones se presentó "para ser el alcalde de Cáceres, y por unas razones o por otras no nos han dejado gobernar" (El Periódico Extremadura, 17-06-2007). Vamos, que "o soy alcalde o me llevo las llaves del Ayuntamiento", como los niños que o juegan y ganan o se llevan la pelota.
Tras aquella renuncia del número 1 de la lista del PP, pudo leerse en los periódicos que "la oposición la puede liderar cualquiera". Y cualquiera era el número 11 de la lista (de 12 elegidos).
El portavoz que llevaba el número que salió en el sorteo, el 11, era Javier Castellano, desde entonces hasta hoy portavoz del PP, portavoz de rebote. Y las más de las veces, portavoz rebotado.
Hoy, tras la renovación (o lo que sea eso que han puesto detrás del fino Villa) de la ejecutiva local del PP, el presidente provincial del partido, Laureano León ha hecho oficial lo que se esperaba: ya no hay portavoz de rebote, y vuelve Nevado a ser portavoz, como cuando mandaba Saponi. Ah, no, perdón, que será Elena Nevado.
Castellano se va con el trabajo hecho: nada. Y en lo que respecta a lo personal, todavía sigue buscando en este blog aquello que utilizó indebidamente para atacar a la alcaldesa y que cuando ha llegado la hora de aprobar el acta plenaria, no he tenido agallas para rectificarla y pedir que se incluyera lo que él dijo y lo que utilizó.
Váyase en buena hora de la portavocía, señor Castellano, pero, seguro, seguirá siendo "por responsabilidad", concejal de a pie. Eso está bien, pasado el cargo de rebote, ahora llega el rebote por perder el cargo. Y eso, conociendo algo al personaje, nos dará muchas tardes de gloria.
Vale.
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