domingo, 19 de septiembre de 2010

Invasores. Si al menos fueran grillos...

En mis paseos por la zona de El Marco, que parece despertar con las obras del Espacio para la Creación Joven que rehabilitan el antiguo molino de aceite, he descubierto la presencia de unos invasores. El cangrejo americano está muy presente ya en la charca de El Marco y comienzan a notarse sus pinzas en el comienzo de la ribera, por lo que no tardará en ser el dueño de sus orillas.

¿Qué hacer con el cangrejo americano? Es una especie invasora, no autóctona, y es un gran depredador que no tiene, a su vez, más depredador que el hombre cuando acierta a ¿pescarlo, cazarlo, capturarlo? Al no tener otro depredador que actúe sobre su reproducción y proliferación es rápida y eficaz.

La fauna acuática autóctona, la fauna de nuestra ribera, formada por pequeños anfibios, insectos, etc. está seriamente amenazada. Un invasor, americano, rojo para más señas (como los carabineros) es su máximo peligro.

Pero tenemos un problema: o podemos regular sus capturas masivas para hacer platos de arroz con cangrejo o no podremos hacer nada.

Porque exterminarlos no se puede. Aunque sean invasores, aunque amenacen nuestra fauna autóctona, aunque destruyan las orillas de nuestra Ribera, ahora que empezamos a ponerla en valor.

Su erradicación solamente es posible eliminando a todos los individuos, uno a uno, porque si no volverá a reproducirse. Los renacuajos de las ranas, de los sapos, peligran. De hecho, ya se oyen menos ranas, ya saltan menos ranas en El Marco cuando me acerco a la orilla.

No se puede exterminar al cangrejo americano que está terminando con nuestra fauna autóctona y con nuestro hábitat natural de la Ribera.

Y proponerlo, tampoco.

Y utilizarlos para instalaciones artísticas, menos. Recuerden al artista de los grillos. El cangrejo americano no canta ni country. Es dañino, es pernicioso, pero es como un grillo: a ver quién se atreve a ponerle el insecticida al cangrejo americano.

Vale.

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