martes, 4 de mayo de 2010

Presunción de culpabilidad

La situación económica griega, cuyo origen es doble, la crisis económica global y las falsificaciones estadísticas del anterior gobierno, está siendo el campo de pruebas de los especuladores, que parece que dan por cobrada la pieza y comienzan a lanzar ataques sobre otras economías, como la portuguesa (caza menor) y la española (caza mayor).

Lo que la prensa, especialmente la salmón, llaman “los mercados” no existe: son especuladores, la peor especie del peor capitalismo (¿hay algún capitalismo bueno?).

Mientras que en los USA la avaricia de “los mercados” desataron la crisis económica global, en Europa se miraba para otro lado ante un euro fuerte. Craso error de una Europa aturdida por nacionalismos nacionales (no es una redundancia).

Ahora, cuando “los mercados” se han dado cuenta de la debilidad de Europa, están haciendo del euro un campo de minas sobre el que asentar enormes ganancias. Atacan a la economía griega lastrada por la crisis global y las falsificaciones del anterior gobierno (derecha pura y dura), y atacan a la economía lastrada por la crisis global y el estadillo de la burbuja inmobiliaria.

Mientras que en Grecia es un gobierno socialdemócrata el que ha de aplicar cirugía financiera (¡cómo me recuerda a las reconversiones siderometalúrgica y naval que hubo de aplicar el primer gobierno socialista en España!), con la oposición callada (esa oposición en el gobierno falsificó las estadísticas), en España es un gobierno también socialdemócrata el que ha de enfrentarse a “los mercados” sedientos de sangre verde sin la ayuda de la oposición, responsable política de la burbuja inmobiliaria.

En todo este panorama, “los mercados” se aparecen a los ciudadanos como entes impersonales. No es así: los mercados sin individuos, son sujetos que han aprendido que el capitalismo nunca paga y nunca va a la cárcel.

“Los mercados”, los especuladores son individuos, son delincuentes y como tal ha de ser tratados. Basta de eufemismos: el capitalismo salvaje derivado en capitalismo delincuente debe ser perseguido policialmente y juzgado penalmente. No existe la globalización del capital: el dinero se mueve en los bancos, y no sólo en los paraísos fiscales, y si los banqueros (esos que se marcan pensiones multimillonarias) no colaboran por las buenas, han de colaborar por las malas.

Mientras que los bancos (entidades honorables, según sus directivos) no destapen a los especuladores, no pongan en claro quiénes son los individuos que se esconden detrás de “los mercados”, para mí serán cómplices de las consecuencias de sus actos, y los banqueros que pongan sus estructuras al servicio de los especuladores, serán delincuentes, no tendrán derecho a la presunción de inocencia mientras que por sus actos un solo trabajador vaya al paro.

Vale.

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