miércoles, 30 de julio de 2008

Pureza de sangre catalana: conversos

Un concejal del Ayuntamiento de Torredembarra ha sacado los pies del tiesto y ha insultado gravemente a Extremadura. Ahora, en su mismo blog se disculpa (de aquella manera) y dice que ha recibido "amenazas de muerte". El citado fulano tiene un blog, y suele escribir artículos de prensa (es un intelectual, al parecer) que firma con su nombre, Lluis (nombre catalán, claro) y su primer apellido, Sunyé (apellido catalán, claro, a no ser que haya catalanizado otro, Súñer o Suñer). Sin embargo, este individuo o suele poner su segundo apellido, que no tiene nada de catalán, por cierto: Morales.
Origen del apellido Morales
Tuvo su primitiva casa solar en el lugar de Cudreya, en Santander, de donde pasaron a Soria y fundaron el lugar de Morales, de donde eran Señores pertenecientes a una de las doce casas nobles y troncales de aquella ciudad y de donde salieron esforzados guerreros que se distinguieron en las conquistas de Baeza y Sevilla. En esta ultima ciudad quedo hacendado Juan de Morales, tronco de una ilustre rama. Lope de Morales hizo asiento en Jaén y fue Comendador de Alcania. Su hermano, Rodrigo de Morales, murió siendo obispo de Badajoz. De ellos descienden los de este noble apellido en el Obispado de Jaén, que luego pasarían a la conquista de las Islas Canarias. También se establecieron los Morales en la Villa de Estepa (Sevilla) y de ellos descendió Diego Morales, casado con Mariana del Castillo, naciendo de esta unión Diego Morales del Castillo, que a su vez caso con Maria amos de Monguia, de Arjonilla. Procreando a Don Diego Sebastián Morales amos, del Consejo de Su Majestad, Secretario en el Real de Ordenes y Caballero de la Orden de Santiago. En América floreció Juan Morales y león bautizado en 1557, fue abogado de la Real Audiencia de Santiago de Chile, Alcalde en 1593, Tnte. de Corregidor en 1598, Auditor Gral. del Reino por 16 años, Corregidor de Concepción y Relator de la Real Audiencia de Chile, por nombramiento del 31 de marzo de 1617.
Vamos, parece bastante claro que el tal Lluis Sunyé tiene una patita que no es catalana de sangre. Y, quizás, por eso es tan catalanista. Porque ya se sabe que los peores siempre han sido los conversos. Y este individuo parace un catalán converso que ha de estar permanentemente haciendo méritos para que sea considerado uno de ellos.
Vale.

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