8 de diciembre de 2012. Elena Nevado, en la presidencia de los actos de la Patrona del CEFOT.
El 11 de diciembre de 2012 votó contra la continuidad del Centro en dos ocasiones en el Senado
Fechas atrás, con motivo
de invitar a los periodistas a un café con pastas, la alcasenadora
de Cáceres, Elena Nevado, dejaba caer que pronto estaría en
disposición de dar una buena noticia para el Centro de Formación de
Tropa nº 1, el Cefot. Claro, que esa afirmación venía a tratar de
tapar que un mes antes, sólo un mes antes, había votado, en dos
ocasiones contra la continuidad del centro, en dos enmiendas en las
que se pedía al Gobierno, a su partido, que dispusiera los créditos
necesarios para su continuidad.
Y como es norma del
Partido Popular, especialmente desde que el empleado de Angela
Merkel, Mariano Rajoy es presidente del gobierno de la nación, la
alcasenadora ha comenzado a cumplir su palabra. Ha comenzado a airear
buenas noticias para el Cefot, convenientemente aireadas desde el
BOPP.
La primera... La primera
en la frente.
Cuando se están haciendo
los informes de infraestructura, para lo que el Ministro de Defensa
ha nombrado un Comisionado, va la alcasenadora y ayuda. A caer, pero
ayuda.
Los informes que el
Comisionado de Infraestructura de la Defensa está realizando para la
toma de decisiones, determinarán no sólo cuáles son las mejores
instalaciones para alojar unidades militares, sino cuáles son sus
entornos, urbanos, periurbanos, comunicaciones, accesos... Todo eso
forma parte de esos informes.
Y la alcasenadora de
Cáceres, obligada por el Ministerio de Hacienda, que es quien
realmente dirige y determina los presupuestos del Ayuntamiento, va y
deja sin transporte público al Cefot. La decisión de la
alcasenadora Nevado es que la línea 4, que actualmente tiene
cabecera en el Edificio Múltiples y en el propio Cefot, solamente
llegue hasta la entrada de una urbanización privada, el Ceres Golf
(aunque en el Plan General Municipal sea suelo urbano, deben
cumplirse muchos trámites administrativos para adquirir plenamente
esa condición), y no unos 800 metros más allá, donde existe una
instalación pública, como es el Centro militar.
Está claro que quienes
toman estas decisiones, como la señora Nevado, lo hacen sentados en
el asiento trasero del Audi oficial.
Ahora, cuando se están
determinando qué instalaciones militares serán las que merezcan los
informes más favorables, no bastará con el buen trabajo que
realizan los profesionales que las utilizan y cuidan, sino cómo es
su entorno, cómo se prevé el futuro de ese entorno.
Las dotaciones públicas,
como el transporte urbano, es un elemento importante. No hay que
olvidar que si, como hoy dice en un alarde onírico el BOPP, hubiera
oferta de empleo de tropa, los alumnos, los aspirantes a soldados se
verían privados de poder utilizar el transporte público para la
realización en la ciudad de muchos de sus trámites (bancarios,
oficinas públicas...) y les resultaría especialmente costoso
recurrir a taxis.
Así es que la
alcasenadora Nevado ya empieza a cumplir y a transmitir buenas
noticias para el Cefot. Le quita el transporte público, que como son
soldados, vayan y vengan corriendo a Cáceres, que ella los verá
desde el Audi oficial cuando vaya y venga a Mérida a rendir
pleitesía al emperador Monago.
Vale.
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