domingo, 20 de enero de 2013

Cáceres: cerrado por falta de uso (XVII) Soledad, 1



Cartel del homenaje al Maestro Solano. Gran Teatro. Cáceres.
En esta serie sobre edificios cerrados por falta de uso, nos encontramos con alguno que, aunque es privado, debería ser un edificio de uso público, de que la propiedad y las administraciones dispusieran lo necesario para que su apertura, con contenidos y con referencias a la ciudad, fueran lo suficientemente interesantes como para hacer de ellos espacios a los que todos los ciudadanos pudieran acceder.

Es el caso del inmueble situado en el número 1 de la calle Soledad. Se trata de un edificio con fachada posterior a la calle Hornos y que da acceso a la plaza de Santa Clara, con edificios ya del casco histórico, como la ermita de la Soledad o el Convento del mismo nombre de la plaza.
Dispone de una superficie construida de unos 300 m2, con dos plantas de 150 m2 cada una de ellas. Su estado exterior es de un notable abandono, con algunos aspectos que requerirían ya algunas acciones de reparación en fachadas, especialmente su repintado.
Y es en la fachada exterior, en la fachada principal, donde encontramos la razón por la que este inmueble viene a esta serie de entradas en el blog. Una leyenda sobre azulejos recuerda que en esa casa nació y vivió Juan Solano. Hijo predilecto.

Una ciudad, Cáceres, tan dada a la cultura folclórica (a veces a la cultura más casposa) rindió homenaje a un compositor de éxitos populares/populacheros del tipo El Porompompero, haciendo que quien pase por la puerta del número 1 de la calle Soledad lea que allí nació y vivió Juan Solano. Pero la mayoría de los que pasan por allí ignoran quién fue Solano. Y lo ignora también la mayoría de los cacereños.
En el año 2007, con la excusa de Juan Solano se organizó un festival de copla. Pero ni siquiera esa excusa sirvió para, al menos, pintar la fachada. La principal, la de la calle de la Soledad, porque la fachada posterior a Hornos es una muestra de abandono.

¿Tan difícil es que la ciudad que se atreve a adornar una fachada en recuerdo a uno de sus hijos predilectos, al menos la encale? Ni que decir tiene que sería de gran interés que el inmueble, incluso manteniendo su titularidad privada, pudiera ponerse en uso, dedicando sus espacios a recordar, de verdad, al maestro Juan Solano, con recopilación de recuerdos, imágenes, sonidos... de la vida de quien fue uno de los compositores de copla más exitosos, con algunas obras que pudieran formar parte de una antología, siempre encabezada por Tatuaje.

Que una calle de la ciudad lleve su nombre, incluso calle importante, no empece para que el mejor recuerdo que la ciudad que lo nombró hijo predilecto hiciera algo más: dar a conocer su persona, su personalidad, su obra. ¿Cuántos vecinos de la calle que lleva su nombre saben realmente quién era Solano?
La copla, como género musical considerado a veces pobre, también ha dado grandes obras. Y en algunas de ellas, la creatividad de Juan Solano interviene. Desde coplas como Tengo miedo, a la banda sonora de Bienvenido Míster Marshall, tienen su nombre.
Compositor con Ochaíta, Valerio, o con Rafael de León, de obras muy reconocidas, que su casa natal, de la que Cáceres se enorgullece con unos azulejos, se encuentre en estado de abandono, cuando pudiera ser un referente cultural, un espacio más, un espacio necesario, es un baldón que sería preciso corregir.
Vale.

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