Cartel del homenaje al Maestro Solano. Gran Teatro. Cáceres.
En esta
serie sobre edificios cerrados por falta de uso, nos encontramos con
alguno que, aunque es privado, debería ser un edificio de uso
público, de que la propiedad y las administraciones dispusieran lo
necesario para que su apertura, con contenidos y con referencias a la
ciudad, fueran lo suficientemente interesantes como para hacer de
ellos espacios a los que todos los ciudadanos pudieran acceder.
Es el
caso del inmueble situado en el número 1 de la calle Soledad. Se
trata de un edificio con fachada posterior a la calle Hornos y que da
acceso a la plaza de Santa Clara, con edificios ya del casco
histórico, como la ermita de la Soledad o el Convento del mismo
nombre de la plaza.
Dispone
de una superficie construida de unos 300 m2, con dos plantas de 150
m2 cada una de ellas. Su estado exterior es de un notable abandono,
con algunos aspectos que requerirían ya algunas acciones de
reparación en fachadas, especialmente su repintado.
Y es en
la fachada exterior, en la fachada principal, donde encontramos la
razón por la que este inmueble viene a esta serie de entradas en el
blog. Una leyenda sobre azulejos recuerda que en esa casa nació y
vivió Juan Solano. Hijo predilecto.
Una
ciudad, Cáceres, tan dada a la cultura folclórica (a veces a la
cultura más casposa) rindió homenaje a un compositor de éxitos
populares/populacheros del tipo El Porompompero, haciendo que quien
pase por la puerta del número 1 de la calle Soledad lea que allí
nació y vivió Juan Solano. Pero la mayoría de los que pasan por
allí ignoran quién fue Solano. Y lo ignora también la mayoría de
los cacereños.
En el año
2007, con la excusa de Juan Solano se organizó un festival de copla.
Pero ni siquiera esa excusa sirvió para, al menos, pintar la
fachada. La principal, la de la calle de la Soledad, porque la
fachada posterior a Hornos es una muestra de abandono.
¿Tan
difícil es que la ciudad que se atreve a adornar una fachada en
recuerdo a uno de sus hijos predilectos, al menos la encale? Ni que
decir tiene que sería de gran interés que el inmueble, incluso
manteniendo su titularidad privada, pudiera ponerse en uso, dedicando
sus espacios a recordar, de verdad, al maestro Juan Solano, con
recopilación de recuerdos, imágenes, sonidos... de la vida de
quien fue uno de los compositores de copla más exitosos, con algunas
obras que pudieran formar parte de una antología, siempre encabezada
por Tatuaje.
Que una
calle de la ciudad lleve su nombre, incluso calle importante, no
empece para que el mejor recuerdo que la ciudad que lo nombró hijo
predilecto hiciera algo más: dar a conocer su persona, su
personalidad, su obra. ¿Cuántos vecinos de la calle que lleva su
nombre saben realmente quién era Solano?
La copla,
como género musical considerado a veces pobre, también ha dado
grandes obras. Y en algunas de ellas, la creatividad de Juan Solano
interviene. Desde coplas como Tengo miedo, a la banda sonora de
Bienvenido Míster Marshall, tienen su nombre.
Compositor
con Ochaíta, Valerio, o con Rafael de León, de obras muy
reconocidas, que su casa natal, de la que Cáceres se enorgullece con
unos azulejos, se encuentre en estado de abandono, cuando pudiera ser
un referente cultural, un espacio más, un espacio necesario, es un
baldón que sería preciso corregir.
Vale.
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