sábado, 30 de enero de 2010

Nuevo PGM de Cáceres. Y ahora, ¿qué?

Una vez aprobado el Plan General de Cáceres, pendiente de su entrada en vigor, aparte de algunos episodios políticos que sin duda surgirán, ahora llega el momento de su aplicación.

Las empresas, los profesionales, las entidades financieras serán responsables de una más o menos agilidad privada en el desarrollo del planeamiento, lo que conllevará la creación de empleo ligado a la actividad urbanística, aunque la coyuntura actual no sea la mejor, y siempre teniendo un horizonte: que el sector inmobiliario funcione con mejores criterios que lo ha hecho en años anteriores. Es de esperar, para ello, que los propietarios de suelo, en su mayoría herederos que esperan con la mano extendida hacer caja, entiendan que no pueden buscar la especulación como camino para hacerse más ricos de lo que son.

A la administración, al Ayuntamiento, también le toca ponerse las pilas, ser más ágil en la tramitación de los documentos (consultas de viabilidad, programas de ejecución…), sin dejar de ejercer un control suficiente en el desarrollo de la ciudad. Para ello, y en el menor plazo, el Ayuntamiento debería poner en marcha la Gerencia Urbanística, con suficiente capacidad para facilitar la agilidad en la tramitación de expedientes, controlada por el pleno municipal, dirigida políticamente por la alcaldía y con funciones claramente intervencionistas.

La intervención de la administración en el control y seguimiento del planeamiento no tiene por qué ser causa de retrasos, sino elemento de garantía, de manera que bien fijadas las reglas del juego, todos han de atenerse a ellas, evitándose caminos tortuosos como los que actualmente se producen. Fijando criterios claros, suficientes, todos los agentes que intervienen en el proceso sabrán a qué atenerse.

Creo, no obstante, que la conformación política del ayuntamiento, y la conformación interna de los servicios administrativos, serán un lastre para sacar adelante una Gerencia Urbanística que permita el mejor funcionamiento posible. Es más, será más determinante la situación administrativa, la estructura administrativa actual, que la política.

Una Gerencia Urbanística, con funciones definidas, claras, y una estructura bien definida, vinculada a las decisiones del pleno municipal y a su ejecución por quien corresponde en la alcaldía, será un obstáculo, sin duda, para la actual estructura de los servicios municipales.

Cualquier cambio es un problema en las administraciones, mientras que las tendencias en las empresas se orientan a no considerar problemas sino dificultades los procesos de adaptación.

Vale.

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