martes, 12 de enero de 2010

Desiertos remotos, montañas lejanas

José María Aznar dijo que “los que idearon el 11-M no están ni en desiertos remotos ni en montañas lejanas”. En las fechas en las que hizo estas manifestaciones, se pensó que Aznar apuntaba directamente a ETA, lo que hubiera convenido a sus intereses políticos y lo que habría sido de su beneficio político en las elecciones del 14-M de 2003.

Si las informaciones que hoy pone al descubierto la Cadena SER (http://www.cadenaser.com/internacional/articulo/terrorista-suicida-mato-agentes-cia-habla-11-m-varios-escritos/serpro/20100112csrcsrint_1/Tes) resultan ciertas, habrá que convenir que Aznar tenía razón en su afirmación, no en el objetivo. Resultaría cierto que a los que idearon el 11-M no habría que buscarlos ni en desiertos remotos ni en montañas lejas, pero tampoco en ETA.

El 30 de diciembre de 2009, un terrorista suicida se inmoló matando a siete agentes de la CIA. Rápidamente, las informaciones de prensa fueron aclarando cómo era posible que un talibán suicida había podido colarse en un recinto de la agencia americana. La respuesta fue rápida: era un agente doble. Como lo fue Bin Laden en su día, no se olvide.

En ningún caso puede darse credibilidad a un terrorista por encima de un gobierno legalmente constituido. En cambio, cuando ese gobierno, legalmente constituido, adopta decisiones de dudosa legalidad (meter a su país en una guerra ilegal sin cumplir el mandato constitucional: las guerras se declaran y existe un procedimiento), en un entorno socio-religioso que está en el origen de una masacre (11-M), la credibilidad de uno de los dos elementos puede crecer y la otra debilitarse.

Abu Dujana Al Khorasani, el agente doble de la CIA que mató a siete agentes, parece que ha dejado escritos que están siendo reproducidos en foros yihadistas en los que se atribuye la caída de Aznar. ¿Es cierto? Lo más seguro, no lo más probable, es que nunca lo sabremos… salvo que su condición de agente doble haya dejado otros rastros que no sean los que los yihadistas utilizan para su negocio.

Si finalmente Abu Dujana Al Khorasani resulta que sí fue uno de los que idearon el 11-M está claro que Aznar tendría razón (lo que, por higiene democrática de nuestro país no deseo ni sería deseable) y que no estaban ni en desiertos remotos ni en montañas lejanas. Estaban más cerca, mucho más, a sueldo, como agente de la CIA, de la administración americana, cuyo máximo responsable era George W. Bush, el amigo tejano de Aznar. ¿Conocía la CIA alguna actividad de agente doble de Abu Dujana Al Khorasani? ¿Le permitían algún detalle de agente doble que le permitiera ganarse la confianza de la otra parte?

Las inquietantes informaciones que hoy revela la Cadena SER deberían, creo, forzar a que España reclame a la administración americana toda la información que tengan sobre el agente doble y sobre sus actividades en 2004, si ya en esas fechas formaba parte de la nómina de los espías americanos. El conocimiento de sus relaciones con la CIA, desde cuando, el grado de conocimiento que la agencia tenía de sus actividades al otro lado, todo ello podría despejar la incógnita que Aznar planteaba.

Vale.

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