Amaral canta para que llegue la tormenta, en una versión magnífica de la canción de Bob Dylan, se anima a predecir que llegará la tormenta.
Y llegará, llegará, llegará, llegará la tormenta
Que anuncia el cielo
Amaral vaticina, si duda, que volverán las lluvias, precedidas de los ruidos y luces de la tormenta, para que volvamos a salir a la calle y que nuestras cabezas se mojen de esperanza, porque volveremos a ver los hilos de agua aumentar sobre regatos, avanzar su anchura en los riachuelos, formar afluentes que pasen alegres bajo los puentes, hasta llegar a los rios y limpiar los grifos para dar de beber a los sedientos.Y mi voz se refleje desde ésta montaña
Aunque tenga que andar encima de las aguas
Hasta que ésta llamada sea escuchada
Amaral ejerce de profeta, de profeta de la tormenta y anuncia las futuras lluvias. Y el círculo mágico se cierra.Ello nos trae recuerdos a los cacereños, cuando un personaje entrañable y querido, El Nano, recorría las calles, con su cartelón de estampas colocadas al azar, cantando letanías irreconocibles, parándose en las esquinas y bajo los balcones. Luego, al día siguiente, llovía.
El círculo que inició El Nano en Cáceres, se cierra ahora, cuando la sequía es preocupante y Amaral canta anunciando que, sin duda, llegará la tormenta.
Un pequeño dato: El Nano en realidad se llama Mariano Amaral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario