domingo, 13 de abril de 2008

Carme Chacón, ministra de Defensa

El Presidente del Gobierno ha decidido, mejor, decidió hace un mes que una mujer asumiera la cartera de Defensa, por primera vez en nuestra historia. Y la decisión ha sido de profundo carácter político, porque confluyen en la nombra, Carme Chacón Piqueras, los siguientes rasgos, todos ellos de relevancia en estos tiempos: es socialista, catalana, mujer y está embarazada. Y además, es insultantemente joven.
De todos los rasgos, el menos relevante es el que sea socialista.Todos los demás, por sí mismos, plantean cuestiones que chocan con la imagen social, con la percepción social que se tiene de la conformación de las FAS. Y por esa línea, han ido la mayoría de los comentarios de prensa, que cuando hacen referencia a la importancia del Ministerio de Defensa señalan que forman parte del mismo 130.000 militares (empleados públicos de uniforme), olvidando que también hay 55.000 empleados civiles.
El hecho de que sea catalana tiene mayor significado político que cuando Felipe González nombró ministro a Narcís Serra: el debate territorial no existía en los mismos parámetros que se dan actualmente, aunque hay quien piensa que existen ciertas similitudes. La diferencia fundamental estriba en un posicionamiento territorial más acentuado del PSC.
El hecho de que sea mujer puede ser percibido desde fuera de la administración militar como chirriante, porque se sigue manteniendo el carácter masculino de las FAS, cuando la realidad es que en 2008 las mujeres son ya el 12,3%, siendo muy numeroso también el número de mujeres empleadas civiles, tanto laborales como funcionarias. En este sentido, el hecho de que el Ministro de Defensa sea, a partir del 14 de abril próximo sea mujer es, sencillamente, un signo de los tiempos.
El hecho de que esté embarazada y que en las previsiones de parto estén en junio próximo, añaden un punto de curiosidad, solamente curiosidad, sobre cómo será la imagen con motivo del Día de las Fuerzas Armadas, en torno al 30 de mayo de 2008. Pero la imagen será la normal: una mujer embarazada, cumpliendo sus obligaciones laborales y políticas. Las connotaciones subliminales, que las saque cada uno.
Estas tres condiciones pueden ser por sí mismo chirriantes, y han sido trasladadas por algunos medios de comunicación de forma sibilina, cargando más las tintas sobre el hecho de su juventud, 37 años, cuando sus más inmediatos colaboradores, los Jefes de los Ejércitos estarán en torno a los 60 o más, y sobre los que ejercerá directamente el mando.
Sin embargo, para los militares, para la mayoría de los militares, debería atenderse más a a su condición de socialista, ya que le corresponderá desarrollar la Ley de Carrera Militar y desarrollar un marco general de derechos y deberes de los militares, cuestión pendiente y necesaria para un colectivo de empleados públicos que han visto recompuestas sus condiciones laborales y de carrera y promoción en tres leyes, de 1989, 1999 y 2007.
Vale.

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