El Ministerio de Defensa ha dado cumplimento al mandato del Congreso, realizando un reconocimiento a los miembros de la UMD, que después del comienzo de sus actividades, en 1974, y transcurridos más de 20 años desde el comienzo del juicio en Hoyo de Manzanares (en el mismo lugar en que Franco ordenó sus últimas ejecuciones), ven cómo la democracia se acuerda de ellos.
La UMD, Unión Militar Democrática, promovía, desde sus contactos, entre otros, con el padre Llanos, que se llevaran a cabo algunas “reformas”:
Convocatoria de una asamblea constituyente para elaborar una Constitución democrática, que reestablecería derechos y libertades y reconocimiento de los derechos humanos, lucha contra la corrupción del franquismo y reformas económicas y sociales.
En el ámbito propiamente militar, su profesión, proponían reformar, en coherencia con las anteriores propuestas, la justicia militar, el servicio militar y reorganizar las fuerzas armadas.
Ayer, Carme Chacón, ministra socialista, tuvo el honor de reivindicar la memoria de los Úmedos, imponiendo las cruces al mérito militar y aeronaútico al Coronel Otero y varios miembros más de la UMD.
Después de recibir, en 2004, unas fuerzas armadas en quiebra de personal y de capacidades, el gobierno socialista ha conseguido poner las bases para llegar a unas fuerzas armadas, modernas y democráticas (aunque todavía queda por hacer, especialmente en materia de personal), el sueño, y la realidad que les costó su carrera, de los miembros de la UMD.
Como titula Luis Solana su entrada sobre este tema (http://www.luissolana.com/?p=2845#more-2845), “Hubo militares demócratas”. Y entre ellos, aunque no entre los condecorados, por la UMD llegó a alcanzar la cifra de 200 simpatizantes, y algunos dieron el salto a la política, en las filas socialistas, desarrollando un importante papel político e ideológico. Recordar a Carlos San Juan y a Juli Busquets (fallecido en 2001) es necesario y pertinente, porque ellos mantuvieron, en sus actividades políticas el recuerdo vivo del trabajo de sus compañeros.
En 2002, Carlos San Juan presentó en el Congreso una moción similar a la que ahora ha dado lugar al reconocimiento materializado el 16 de febrero de 2010. Pero en 2002 gobernaba el PP, la derecha, la extrema derecha, presidido por Aznar, y el ministro de Defensa era Federico Trillo, que fue militar y que no tuvieron empacho en tumbar la moción.
Ahora, la democracia, aunque tarde, reconoce los méritos democráticos de un grupo de militares que en 1974 tenían la visión y la esperanza de unas fuerzas armadas democráticas al servicio de los ciudadanos y no al servicio de una dictadura. Algo que Trillo no podía entender, por ser parte por herencia, de esa dictadura.
Vale
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