miércoles, 14 de octubre de 2009

Cultura Local: acción/inacción política

La vida cultural, referida a las bellas artes, de una pequeña ciudad como Cáceres, no tiene sentido ni referencia sin una decidida acción política desde el Ayuntamiento, claramente diferenciada de otras áreas de gestión, para que la visión de los ciudadanos sea nítida y para que la visión de las actividades culturales sea referente social.
Cuando la acción cultural está asociada al área de festejos, por ejemplo, no existe separación visual en la percepción ciudadana, y eso lleva a que en la mayor parte de las veces, cuando los medios de comunicación realizan encuestas (o lo que sea eso que hacen), toda la actividad cultural se circunscriba a si hay o no conciertos de determinada música.
La acción municipal en materia de cultura debería apostar por realizar políticas de promoción de las bellas artes, pintura, escultura, dibujo, música (entendida como cultura y no como espectáculo comercial de masas, que también). Hasta ahora, desde que en junio de 2007 se terminó con doce tediosos años de política municipal de la derecha más rancia, las actividades culturales en estos campos siguen siendo las mismas, con un continuismo que solamente tiene su explicación en la indolencia.
Es penoso que el Ayuntamiento de Cáceres solamente disponga de una sala de exposiciones (en el Palacio de la Isla) ya que las casas de cultura, distribuidas por barriadas tienen funciones específicas y su utilización en la promoción de artes, pintura y similares complementaria. Esta disponibilidad ínfima es herencia del tedio cultural recibida, pero es necesario cambiar la tendencia. Es inasumible políticamente que se reciban en el Ayuntamiento peticiones de artistas para exponer en Cáceres (vecinos de la ciudad o no) y no se les pueda atender.
No es necesario que el ayuntamiento disponga de inmuebles destinados a ese uso, pero sí es necesario que sea el ayuntamiento el que tenga capacidad, política, de que inmuebles públicos y/o privados, con escasos usos o ninguno no puedan ser destinados a mostrar los trabajos creativos de quienes han hecho del cultivo de las Bellas Artes un modo de vida o un modo de entender la vida.
Crear un censo de lugares de exposiciones habituales (determinados bares o pubs, salas particulares, salas de instituciones públicas) y promover la incorporación a ese censo de espacios no utilizados o infrautilizados es una tarea política que debió acometerse hace mucho tiempo, para evitar la desazón de los funcionarios municipales que han de arruinar los deseos de los artistas de exponer en Cáceres.
Es incomprensible que el hall de la Estación de Autobuses tenga más actividad en este campo que muchos edificios públicos y privados del casco histórico.
Vale.

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