De nuevo, como cíclicamente sucede, aparece una situación de crisis. En este caso, con un comienzo claro en las hipotecas basura con unas entidades estadounidenses Freddie Mac y Fanny Mae, nacidas como consecuencia del crack del 29. Y originada esta crisis como consecuencia de la supresión de los mecanismos de control (o reguladores) del mercado realizada progresivamente por la administración Bush, ahora los neocons, los ultraliberales están escondidos.
Estos ultraliberales, incluidos unos individuos llamados José María Aznar (Centaurus Capital) y Rodrigo Rato (Banco de Inversión Lazard), están ahora escondidos, parapetados tras las montaña de noticias que como consecuencia de sus decisiones políticas están sacudiendo un día sí y otro también los medios de comunicación.
En esencia, estos liberales, ultraliberales o neocons lo que planteaban es que el mercado por sí mismo se puede autorregular y no es necesaria la intervención del Estado. En los EE.UU., con motivo del huracán Katrina, hubo muchos ciudadanos de Nueva Orleáns que decidieron, en el ejercicio de su libertad (es decir, de su liberalismo), permanecer en sus propiedades. Las consecuencias: miles de muertos. Ahora, cuando eran la tormenta Hanna o el huracán Ike amenazaban Nueva Orleans o Tejas, la administración ultraliberal Bush decretó la evacuación de las zonas afectadas, advirtiendo a los ciudadanos que aquellos que no la obedecieran sobre algo muy sencillo: si no evacuaban, el Estado no tendría ninguna obligación sobre las consecuencias que para ellos tuvieran los fenómenos meteorológicos.
Algo así debería haber hecho Bush y su corte de ultraliberales y neocons: eliminar los mecanismos reguladores del mercado debería tener como contrapartida que el Estado no pondría ni un duro, ni un dolar, para "rescatar" a ninguna entidad si se producían problemas.
Sin embargo, esos ultraliberales de un país en el que no existe la seguridad social universal, han de invertir miles de millones de dolares, muchos miles, para que un banco de inversiones como Merryl Linch pueda ser absorbido por el Bank of America, pero ya para salvar a otro del mismo tipo, Lehman Brothers, no había, y lo dejaron caer.
Y después la aseguradora AIG (la de la publicidad del Manchester United, por cierto), que ha necesitado algo así como 85.000 millones de dolares para evitar su quiebra.
Todo este panorama mientras los "ideólogos" ultraliberales, los neocons, Rato y Aznar incluidos, escondidos.
Por cierto, ¿qué dirían los medios conservadores en España, que se alinean normalmente con las más claras tesis ultraliberales si el "hedge funds" Centaurus Capital o el Banco de Inversión Lazard tuviera problemas?
Vale.
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