sábado, 16 de agosto de 2008

Torta del Casar y caspa

Aunque algún catalán bajito y calvo hubiera titulado esta entrada Caviar y Caspa, es preferible la Torta del Casar, más fina y suave, sin duda. Torta del Casar fueron las retransmisiones deportivas de la Primera y la Segunda, el partido de baloncesto entre España y Estados Unidos, el resultado es lo de menos, pero era magnífico ver a los mejores jugadores del mundo, españoles incluidos, haciendo de un deporte la maravilla de la estética, en la lucha, en las jugadas espectaculares, en la entrega de todos.
Torta del Casar fue también el triunfo de de las tenistas Anabel Medina y Vivi Ruano sobre la pareja china, con el esfuerzo y la concentración en las jugadoras, la entrega, las ansias de ganar, de esforzarse hasta la extenuación, como si fuera ya el último partido de la competición.
Torta del Casar templada, extendida sobre una rebanada de pan de pueblo ligeramente tostada, fue la carrera de los 100 metros lisos de los JJOO, donde Unsai Bolt batió con solvencia el récord del mundo, haciendo soñar al hombre que al conseguir esa velocidad, al final de los cien metros comenzará el despegue y conseguirá volar.
Torta del Casar había sido la carrera de Joan Llaneras en el velódromo chino, que le permite a sus 39 años, jubilarse del deporte bañado en oro, y recordando a su compañero Gálvez.
Y después de este magnífico festín de Torta del Casar, de degustar maravillas de esfuerzo, dedicación deportivas, de concentración mental para el triunfo, la Primera de TVE nos propina una ración espesa de caspa y seborrea con un cine de barrio en el que la estrella invitada es el solvente intelectual y peor cantante Luis Aguilé, y la obra de culto una reposición (¿la número 1000?) de La Revoltosa.
No puede ser que a quienes se les ofrece Torta del Casar de primer plato, se le corte la digestión metiendo en el menú la caspa: eso debería estar prohibido por la OMS. ¿A qué espera Bernat Soria para abrir una investigación y depurar responsabilidades en esta intoxicación alimenticia?
Vale.

No hay comentarios: