viernes, 8 de agosto de 2008

Balanzas mentales

La publicación de las balanzas fiscales por parte del gobierno ha puesto de manifiesto los efectos secundarios que eran previsibles. Ante todo, se hace preciso que el Ministerio de Sanidad de Bernat Soria publique las balanzas mentales, porque el volumen de tonterías y gilipolleces va en aumento, en una progresión geométrica que lo que falta de verano, con la caló, puede tener efectos catastróficos realmente.
Primero fue un concejal indocumentado de IU en la Catalunya profunda. Las tonterías de dicho individuo me hicieron recordar un viejo chiste de Tip y Coll: ¿Sabes por qué los supositorios son blandos y pegajosos? Porque están hechos con sesos de concejal. En este caso, con sexos de concejal de Torredembarra. Las circunstancias de su cerebro deben ser objeto de estudio por la ciencia, probablemente mediante cirugía de mínima invasión, pero no por la bondad de esta ciencia, sino por la dificultad de encontrar neuronas para estudiar.
Le siguió, haciendo de palmero, un sujeto de ERC, creo que de nombre Felipe Piolín Puig, que tiene guasa, que un independentista catalán apoye a un sujeto de apellido Morales. El tal Puig, que de verdad se parece a Piolín, está buscando desesperadamente a su gato Silvestre, para ver si así consigue aparecer en el Megatrix y hacerse publicidad. Su enfermedad en principio podría ser la hepatitis, porque está amarillo completamente, pero parece que tiene una manía obsesiva por las teorías de Marshall MacLuhan.
Ahora toma el relevo una tal Unai Ziarreta, concejal de Munguía (habrá que estudiar el caso de los concejales con cerebro flojito), que ha descalificado a Asturias y Extremadura, diciendo que si un joven de estas regiones quiere ser algo en la vida tiene que marcharse a Madrid, mientas que en el País Vasco los jóvenes tienen la posibilidad de optar entre irse a cualquier otro sitio a trabajar o quedarse. A los niños, a los tontos (con perdón) y a los borrachos siempre hay que darles la razón, y el tal Ziarreta tiene razón: en el País Vasco los jóvenes tienen la posibilidad de optar entre irse a cualquier otro sitio (esto es, pasar la muga y asentarse en el PasisVasco del Norte a recibir instrucción militar y nacionalista, y luego vuelven y se hacen del PNV o Eusko Alkartasuna) o quedarse. Los que se quedan se convierten en personas hechas y derechas, como Eduardo Madina. Este sujeto, formado en el Seminario Resurrección María de Azkue (ursulino, vamos), tiene una rara enfermedad mental, difícil de describir, dado que su edad es demasiado joven, y puede ser un caso especial de estudio científico.
Por ello, la publicación de las Balanzas Mentales se hace necesaria para que todos conozcamos cuál es el deficit mental de algunos territorios (¿no quieren que tributen los territorios?) y entonces comprenderán que la paz, el sosiego y la tranquilidad que nos da a los extremeños pasear por nuestros campos no se compra ni con dinero ni tomando pastillas con marcas de coches, que reblandecen el celebro.
Vale.

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