El arzobispo de Valladolid advierte de una "emergencia educativa". Y se queda tan ancho el dómine Cabra.
Como decían Jack el Destripador y Rufino el Carnicero: vayamos por partes. Part one: ¿cuántos colegios privados propiedad de la Iglesia en la archidiócesis de Valladolid se sostienen con dinero público? Bueno, pues para evitar la emergencia educativa, fuera el dinero público de los colegios del dómine.
Part dos: ¿Para qué tienen ecónomo o economista en la archidiócesis de Valladolid: para que los negocios educativos vayan bien o para invertir en Gescartera?
Part tres: Según el archiobispo, la emergencia educativa se debe a la asignatura Educación para la Ciudadanía. ¿Desde cuándo enseñar en la escuela los valores democráticos de la Constitución Española pueden ser una amenaza para la educación?
Ya está bien de tanta tontería: que de una puñetera vez se denuncie el concordato, que los curas y las iglesias se financien con lo que los feligreses depositan en los cepillos y los obispados con las donaciones de sus más pudientes esclavos.
Lo que es una amenaza para la educación es la pervivencia de la asignatura de Religión en las escuelas, al menos en las públicas. Si quieren catequistas, que los paguen, si quieren impartir doctrina, en los púlpitos, pero ya está bien seguir chupando de la teta del Estado, de los impuestos de todos, también de los no creyentes, de los agnósticos, de los ateos, para revestirse de ropajes bordados en oro y predicar la pobreza, ya está bien de coger el dinero de los cepillos y ser clientes preferentes de chiringuitos financieros como Gescartera.
Los curas, en sus iglesias, y si quieren opinar que opinen, pero por su cuenta y riesgo y no con el dinero de quienes cada vez más los están abandonando por fariseos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario