Ahora que los recortes
presupuestarios acosan a una alcaldía, la de Cáceres, con Elena Nevado al frente, incapaz de
gestionar una ciudad de modo eficaz, el servicio de limpieza, de
recogida de basuras se resiente... según los barrios. Parece ser que
la filosofía del Partido Popular es que en los barrios no se recoja
la basura todos los días. Total, los barrios no los ven los turistas
y la imagen y la Marca Cáceres no se resienten con ello.
Por eso, es muy
conveniente que la imagen que nuestros visitantes se lleven de la
ciudad sea la de un entorno limpio, cuidado, donde el trabajo eficaz
del Ayuntamiento se vea y sea motivo de orgullo para todos los
cacereños.
Pongamos un ejemplo. En
el centro de Cáceres, en la calle de Moros se encuentra un hotel de
cuatro estrellas, cuya salida hacia la Plaza Mayor se realiza
directamente por la Plaza de Santo Domingo, donde aprecian la fachada
de la iglesia del mismo nombre. Claro, que antes de llegar a esa
plaza la imagen deja mucho que desear.
En la esquina que la
calle Valdés hace con la Plaza de Santo Domingo se encuentra una
casa de dos plantas que es, prácticamente, la primera visión que
tienen los turistas que se alojan en el Hotel Don Manuel (****) es...
esa casa.
Un edificio de 346 m2,
sobre una superficie de suelo de 177, el último uso conocido, en
planta baja fue el de sede de la sociedad cacereña de canaricultura,
pero ya hace tanto tiempo...
La preocupación por la
imagen de Cáceres que tiene la alcaldía debería llevar a que por
el Ayuntamiento se exigiera a los propietarios de ese caserón a
mantener sus fachadas con el debido ornato y cuidado.
La realidad de una ciudad
que lleva a su consistorio a adoptar medidas presupuestarias basadas
en generalidades y en tópicos, a tomar decisiones en el coche
oficial, sin pisar la calle, sin saber que la imagen no se gana
castigando a los barrios, y la marca Cáceres no se genera
pretendiendo que recoger la basura todos los días de los
contenedores de las calles del centro, sino haciendo cumplir las
normas, como, por ejemplo, la obligación de los propietarios a
mantener en buenas condiciones de ornato los edificios. Y en
condiciones de seguridad.
El edificio de Plaza de
Santo Domingo a calle Valdés no cumple ni el ornato ni la seguridad,
dado el deterioro de los enfoscados de fachada que pueden
desprenderse en cualquier momento y alcanzar los cascotes a turistas,
a visitantes que se alojan en un hotel de 4*.
Vale.
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