El crecimiento extramuros
de la ciudad de Cáceres dio origen a lo que se llamaron coladas,
sobre las que se construyeron dos iglesias notables, la de San Juan,
y la más importante, la de Santiago de los Caballeros. Pero además
de iglesias, se construyeron edificios de gran relieve. El Palacio de
Godoy, por ejemplo. Y otros menos impresionantes pero que poco a poco
fueron formando una ciudad nueva, manteniendo intrincadas calles,
curvas, cortas, que permiten que los edificios se protejan unos con
otros.
Así, desde la plaza de
Godoy, desde la iglesia de Santiago de los Caballeros (o hacia ella)
discurre la calle de Camberos, llamada desde siempre la “Calle
Oscura”, que tiene su continuación en la calle de Moreras. Ambas
calles, en realidad, una sola, está atravesada, hacia la vaguada de
San Blas, por la calle Muñoz Chaves.
En esa confluencia de
calles se encuentra un edificio que, si seguimos lo que dicen las
piedras de su esquina, fue construido en 1734 (a salvo de
epigrafistas que puedan definir bien la última cifra), y así se
recoge en la ficha 2-10-429-2 del Plan Especial de Protección de la
ciudad.
Conocida, según la documentación del citado Plan Especial
como Casa Muñoz Chaves, puede proceder de la familia Muñoz
Ibarrola, también citada en la documentación urbanística. Juan
Muñoz Chaves vivió en esa casa y murió en 1917.
Edificio incluido en el
tráfico inmobiliario, incluso fue noticia de prensa en 2006, cuando
una promotora anunció que se construirían 10 viviendas. Para hacer
atractivo el proyecto, la promotora, por supuesto, realizó un
estudio histórico de quiénes habían habitado la casa. Esta pátina
histórica no tenía más finalidad que la de hacer atractivo el
negocio. Negocio que, como otros muchos, se llevó por delante el
estallido de la burbuja inmobiliaria. Hoy, el edificio ofrece signos
evidentes de abandono.
La ficha catastral data
la construcción del inmueble en 1900, se supone que por poner una
fecha. Y que la superficie del solar es de 798 m2, mientras que la
construida es de 1.106 m2. Curiosamente, la noticia de prensa aludida
(y que no me apetece enlazar) hablaba de 1.484 m2... de
edificabilidad.
Por la calle Muñoz
Chaves, que da para más de una entrada en el blog, se accede a la
sede del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, a la
Audiencia.
Aunque no es un gran
edificio, no es un edificio monumental, su ubicación, con una vista
característica de la ciudad, por la calle Oscura a cuyo fondo está
la torre de la iglesia de Santiago, y una vista por la propia Muñoz
Chaves que deja entrever la Real Audiencia de Extremadura, y
edificios a ambos lados de la calle de mayor volumetría, como el
actual Colegio Notarial.
La dejadez del edificio,
el abandono real en que se encuentra, se aprecia en puertas y
ventanas, especialmente en estas, con cristales rotos y algún cartel
que recuerda lo que iba a ser un proyecto inmobiliario y que son el
reflejo de lo que pudo ser y no fue.
La situación económica
general, y de la ciudad en general, augura que el deterioro, como ya
hemos señalado en otras entradas de este blog, continuará mientras
el edificio continúe sin uso. Y sin uso, el camino es el abandono, y
de ahí a la ruina, un paso.
Pero para evitar el
abandono, la ruina, además de su puesta en uso, antes, incluso ya
mismo, sería necesario que desde el Ayuntamiento, y en cumplimiento
de la vigilancia de que el ornato y decoro de fachadas, en lugares de
paso importantes, como este, camino al TSJEX, se instara a quien o
quienes fueran sus actuales propietarios al arreglo de las ventanas,
a la limpieza de la fachada, y de los elementos, como balcones. Pero
el Ayuntamiento del Partido Popular está a otra cosa, como es a la
de recortar en servicios sociales, en servicios públicos, y la
alcaldesa, Elena Nevado, a apretar el botón de votación en el
Senado.
Vale.
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