miércoles, 24 de octubre de 2012

PSOE. Tiempo de partido, tiempo de ciudadanos



Dice hoy, en un tweet Alfredo Pérez Rubalcaba: " Hacer un slogan es muy fácil pero lo que necesita el PSOE es un análisis profundo y honesto ". En la primera rueda de prensa que el Secretario General del partido ofrece después de las elecciones gallegas y vascas, que se han saldado con unos malos resultados y han originado un cierto (bueno/malo/regular) revuelo en las redes sociales y en artículos de opinión reclamando, desde la dimisión de Rubalcaba hasta una regeneración o refundación completa de la organización.

La frase del S.G. que abre este post no hace sino incidir en algo que, desde la misma noche electoral, y es en el esfuerzo de la dirección del Partido en transmitir que habrá continuidad en la “oposición útil” que se viene realizando, como si la situación política, económica y social pudiera ceñirse a los tiempos ordinarios.
La posición política adoptada por la dirección socialista parece ir orientada hacia un ganar tiempo, por un lado, y a observar el desgaste que la crisis pueda causar en la derecha. Sin embargo, los tiempos, los tiempos del partido, de la organización no son ni pueden ser los mismos que las necesidades de los ciudadanos reclaman.
Ante una crisis política, económica y social que no tiene parangón desde la aprobación de la vigente Constitución, los tiempos de organización y reorganización del partido, tras los resultados de hace casi un año, de hace una semana, lo que hacen es paralizar la respuesta, contundente, que es preciso plantear frente a la desalmada política económica que la derecha, a las órdenes de los mercados, viene ejecutando contra los ciudadanos.
Es evidente, y necesario, como dice Rubalcaba, que lo que necesita el PSOE es un análisis profundo y honesto. Claro. Y a ello han de ponerse los miembros de la ejecutiva federal. Y si no han empezado a hacerlo ya hace mucho tiempo, desde el 21 de noviembre de 2012, es tiempo que se ha perdido.
Pero el partido, el PSOE, tiene fuerza y capacidad, la de sus miles de militantes, para dar una respuesta contundente frente a la derecha que algunos tildan de neoliberal, y que en la práctica es filofascista. Y para ello se necesita de la honestidad del partido, la que empieza por reconocer los errores (unos que ya nos han espetado muchos españoles, otros que los conocemos por nuestra militancia, pero que aquí no es el lugar para expresar) y la de reconocer, visualizar lo evidente, que los ciudadanos no pueden esperar para que “alguien” esté en condiciones de liderar el parapeto contra los golpes que, a diario, propina un gobierno sonado y al que le suenan las costuras autoritarias a cada paso.
Son tiempos para que el Partido, el PSOE haga el análisis profundo, serie y eficaz para rehacerse de los varapalos electorales, pero son, fundamentalmente, los tiempos para el Partido, al mismo tiempo que se recompone, lidere, sin ningún género de dudas, la respuesta ciudadana frente a la derecha sin alma que ataca impunemente los principios del estado del bienestar, que está destrozando y aniquilando los derechos que a lo largo de todos estos años se han ido conquistando a su pesar.
Es el PSOE el único partido con capacidad organizativa, ideológica y experiencia para ponerse al frente de la lucha civil contra una poderosa brigada de mercados y servidores emboscados en el Consejo de Ministros y en la estructura del Partido Popular, una tropa de mercenarios del dinero de la que Mariano Rajoy no es más que una marioneta cuyos hilos se mueven desde la bolsa, desde los consejos de administración de las grandes corporaciones que administran los fondos que juegan a diario, cada hora, con la vida de los hombres y mujeres, y que no tienen reparo en empujar a cuantos más mejor a la miseria.
Organícese el Partido, que para eso tiene estructuras, pero organicemos el partido para ser capaces de ejercer de socialistas y ser quienes estemos frente a la extrema derecha servidora del poder del dinero.
Vale.

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