sábado, 2 de julio de 2011

A + democracia, mejor PSOE

Sin que sirva de precedente, quiero dejar con este post mi posición personal e intransferible sobre el asunto. Si alguien lo comenta, que sea con tranquilidad, pero no contestaré a ningún comentario.
Con este eslogan, un grupo de militantes socialistas comienza una campaña de autoproselitismo con la única finalidad de conseguir los órganos de gobierno del PSOE. Porque esa, y no otra, es la intención última. Porque del éxito de su eslogan nacerá, dicen, un nuevo PSOE que, en buena lógica, debe ser dirigido por ellos.
Como signo de los tiempos, no está mal que todo se reduzca a un eslogan. Porque en estos tiempos en los que manda twitter y sus 140 caracteres, con muchos menos se monta un tinglado. El tinglado de la vieja farsa.
La democracia es la participación del pueblo en el gobierno, o el predominio (de dominación) del pueblo en el gobierno. El PSOE es un partido político, y como tal, hay que recordar que los partidos políticos son instrumentos para cambiar la sociedad. Meros instrumentos. Llevado el eslogan a sus propios términos, alcanzando la democracia perfecta, los partidos no tienen razón de ser, porque no habría nada que transformar. O lo que es lo mismo: el eslogan se convierte en nada.
Es evidente que la democracia a que se refiere el eslogan es “democracia interna”. Pues claro que a mayor democracia mejor PSOE. Pero democracia, en un partido político que lo es, en mayor o menor grado, es respetar las normas aprobadas por los órganos federales y no tratar de forzarlas. Lo que sucedió en la última asamblea local fue un intento de imposición de unas “normas inexistentes”. Y sucedió lo que tenía que suceder. O lo que se trataba de que sucediera: la democracia interna, los reglamentos federales sobre desarrollo de asambleas locales, fueron hechos añicos. Zapatero, Secretario General del PSOE, desautorizado. Y de ahí para abajo, todos... incluidos los que propiciaron el espectáculo.
Dice el refrán que donde no hay harina, todo es mohína. El batacazo electoral se ha llevado la harina y la levadura que engranaba la democracia interna. ¿Si no hubiera sido así, si el partido hubiera ganado las elecciones, qué pasaría? Que no habría eslogan.
Mejórese la democracia interna del PSOE lo que haga falta, y hasta donde haga falta. Dimitan todos los secretarios generales en todos los niveles donde se han perdido las elecciones, disuélvanse todas las ejecutivas locales, las provinciales, las regionales y las nacionales y dése comienzo como reza la filosofía de los autores del eslogan. Hágase una estructura democrática, en cualquier laboratorio, en cualquier fundación, en cualquier escuela de verano, en cualquier federación sindical. Y sobre esa estructura, perfectamente democrática, con una democracia interna intachable, se dé por construido el nuevo PSOE. Lo de las ideas políticas y la ideología lo dejamos para más adelante, no vaya a ser mucho trabajo.
En estos tiempos de eslóganes y mensajes cifrados buscando la fotografía (no me gusta salir en la foto, pero si hay que salir, se sale y con el mejor perfil a lo Sara Montiel...), buscando salir en los medios de comunicación, buscando que los periódicos (estamos hablando de Extremadura, en este caso) nos saquen para, enseguida que suban “la noticia” a la edición digital, tuitearla para que la vean los amigos y para presumir. Y, al día siguiente, lanzarnos al kiosco para comprar un ejemplar que guardaremos celosamente para la posteridad. Otro para tenerlo en casa al descuido, por si va una visita. Otro para enseñarlo a la mamá o al papá político... Y los directores de los periódicos viendo cómo aumentan sus ventas en tres ejemplares.
¿Por qué montar esta historia para llamar corriendo a los periódicos y contarles asuntos de democracia interna que a los periodistas ni les interesa y en mucho caso ni entienden? ¿Qué se creen, que eso les va a garantizar, en el futuro, que esos periódicos les hagan campañas gratuitas de imagen? ¿Qué piensan, que los votantes socialistas, en su mayoría, se van a lanzar ávidos a comprar los periódicos para leer “la noticia”? Quienes de verdad estarán interesados son los adversarios políticos, que no podrán coger fácilmente las páginas de “la noticia” sin prenderle fuego de tanto frotarse las manos. Cuando la noticia deje de serlo, cuando hayan cambiado “las caras” de las correspondientes ejecutivas, cuando, en el hipotético caso, los “abajo firmantes de la noticia” hayan conseguido su propósito de democracia interna perfecta y hayan construido, de nuevo, el PSOE, los medios dejarán de interesarse y volverán a lo de ahora: a apoyar a quien paga. A quien paga grandes campañas de publicidad, a quien paga los anuncios, a quien compra los periódicos... Y a volver a cargar, cuanto haga falta, o no, cuando haga falta, o no, como haga falta contra los socialistas... si entonces queda alguno. Porque aquí viene la segunda parte.
Los partidos políticos son instrumentos para transformar la sociedad, para aumentar la democracia de todos los ciudadanos, y eso se hace desde la ideología. El eslogan, ahora, en estos tiempos donde se ha demostrado que el sistema capitalista solamente le sirve a los que lo mantienen (las grandes fortunas, los terroristas de los mercados, la prensa que les hace el trabajo sucio a todos ellos... porque forman parte del entramado capitalista), el eslogan debería ser: “A + socialismo, más democracia”.
Cuando el socialismo se reconvirtió en socialdemocracia perdió poder, porque perdió señas de identidad. Cuando la socialdemocracia se echó en brazos de la tercera vía, siguió perdiendo señas de identidad, siguió perdiendo ideología. Y ahora que ni la socialdemocracia ni terceras vías están en condiciones de plantar cara a los mercados (quienes dan las órdenes de compra y venta de acciones y de deuda tienen nombres y apellidos, son terroristas financieros), la única preocupación es cambiar los reglamentos de las asambleas locales del partido. ¿Esa es la respuesta que esperan los ciudadanos, una pelea interna? Eso es lo que le interesa a la derecha.
O como decía aproximadamente Iñaki Gabilondo, la izquierda está llena de bobos.
Vale.

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