Después de conocerse que el debate sobre el Estado de la Nación se celebrará en la primera quincena de mayo, la lideresa de la derecha, Fashion Aguirre quiere que las elecciones europeas del 7 de junio se conviertan en una moción de censura contra Zapatero. Declaraciones políticas que encierran un gran interés para el consumo interno de la propia derecha. ¿Por qué Espe quiere convertir las europeas en una moción de censura? ¿Por que no le exige a Cuchara Rajoy que presente la moción de censura? Lo que claramente está manifestando la lideresa es que no considera capaz a su jefe de filas, no le considera con capacidad ni política ni dialéctica para plantear la moción de censura, conseguir los apoyos necesarios y luego ser capaz de defenderla en la tribuna del Congreso.
En una situación de crisis como la que estamos sufriendo, una moción de censura no puede sustentarse en un partido plagado de imputados (que no llegarán siquiera a ser juzgados, seguro, porque "los nuestros" no lo permitirán), y en unas recetas cuya máxima expresión es el decretazo del Suegrísimo de Agag. No hay que olvidar que la derecha, esta derecha política, basa sus recetas económicas en la bajada de impuestos para los ricos (y no es demagogia, solamente hay que repasar el BOE) y en el camino imparable al despido libre y barato. Es lo mismo que aplicaron primero cuando gobernaron y reclamaron después de manera insistente.
Las recetas económicas que manifiestan los acólitos de Cuchara Rajoy son las mismas que han originado la situación económica actual: toda la economía se basa en las expectativas. Así, con la ley del suelo del 98, se instauraron en los balances de las empresas constructoras las expectativas de millones de metros cuadrados de suelo rústico, cuya única oportunidad de convertirlos en suelos urbanizables era la creación de tramas como la de Correa.
O las expectativas para los bancos de los mercados de futuros, de las stocks options (¿recuerdan cuánto se llevó por la jeta el compañero de pupitre del Suegrísimo?). Estas "previsiones" inflaron los estados contables de las empresas, porque así se garantizaban sus directivos cobrar grandes cantidades que, al final, se han descubierto que estaban justificadas en cuentas ficticias.
Ahora, la derecha política y la extrema derecha económica, vuelven con la misma receta de bajar impuestos a quienes se han enriquecido aún más con falsedades contables, con ingeniería fiscal y económica, al amparo de políticas ultraliberales (fascismo económico), y otorgarles, como mejor pago a los servicios prestados, el cheque del despido libre.
Fashion Aguirre, madrina de un montón de implicados en el saqueo de las administraciones bajo su mando político, pretende sugerir a los españoles que solamente votando contra Zapatero es como ella y sus compinches pueden ganar las elecciones. Para Fashion Aguirre no se trata de ganar las elecciones por sus propios méritos (eso supondría que tendrían que esforzarse, que trabajar, y para ella y los suyos, eso de trabajar es de pobres), sino de que los demás (todos los demás) castiguen a Zapatero.
Vale.
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