jueves, 19 de julio de 2012

De colores

Cuentan los medios de comunicación que ayer, 19 de julio, en el Ayuntamiento de Cáceres, su alcaldesa (y senadora, de ahí, alcasenadora) Elena Nevado, junto con las demás concejalas del Partido Popular, acudieron al pleno municipal vestidas de negro. Dicen las ediles que para manifestarse por la herencia (política, económica) recibida del anterior equipo de gobierno, del PSOE. Acudieron de luto por un fallecido hace… 1 año. Hasta ayer no cayeron en la cuenta.
Dicen que el negro es por la herencia. ¿De qué color hemos de vestir los que recibimos, y tenemos, una herencia que en muchos casos no podemos localizar? ¿De qué color hemos de vestir quienes por toda herencia recibimos el recuerdo de unos familiares asesinados por los padres putativos, ideológicos, de las concejalas que ayer vistieron de negro?
Desde ayer, en Cáceres, el color negro será el color de la vergüenza. Era un pleno, en el mes de julio, en el que se iba a aprobar el presupuesto municipal para 2012. Siete meses largos y todavía sin presupuesto. Y eso que el Partido Popular tiene mayoría absoluta. Pero ayer, con esa aprobación, se discutía (y se asumía, porque para eso tiene el PP mayoría absoluta) que el Ayuntamiento de Cáceres, si no es capaz (políticamente) de gestionar sus cuentas, será intervenido por el Ministerio de Hacienda. Ya es triste (negro) que disfrutando de mayoría absoluta no sean capaces de sacar adelante, dentro de la legalidad, los presupuestos municipales. Y mucho más triste (mucho más negro) que sea el ministerio dirigido por el más incapaz de los ministros, Cristóbal Montoro, el que haya de hacerse cargo del Ayuntamiento.
La alcasenadora Nevado, desde su etapa ya en la oposición, viene dando muestras, un día sí y otro también, de su incapacidad para presidir la corporación municipal. Incurrió en irregularidad al aprobar los presupuestos, publicando antes de tiempo los acuerdos (la impunidad de la mayoría absoluta es mala consejera). No consiguió que el Ministerio de Hacienda le aprobara el plan de ajuste, que ya es triste (negro). Y ahora ha puesto al Ayuntamiento al borde la intervención (o la quiebra). Y esto último, además, con la decisión del gobierno de la nación de poner a los interventores municipales (funcionarios con habilitación nacional) a depender funcionalmente de ese ministerio dirigido por Fagin (Oliver Twist, de Dickens) Montoro. Ya, prácticamente, cuando alguien necesite realizar alguna gestión económica del ayuntamiento, habrá de dirigirse a quien realmente manda, el interventor, a las órdenes de Hacienda.
La alcasenadora Nevado, que es incapaz de gobernar el Ayuntamiento incluso con una holgada mayoría absoluta, pretendió que el Ministerio de Defensa modificara la decisión de cierre del CEFOT número 1 y como comprendió que le sería imposible, montó una plataforma ciudadana a modo de barricada. Todavía la pancarta colocada en el balcón municipal recuerda el asunto, a pesar de que ella lo dio por cerrado y por conseguida la finalidad… de que no se cerrara el cuartel.
Hoy, con un luto falso, con una impostura más propia de un carnaval medieval, puede leerse en la prensa local que el Ayuntamiento de Cáceres acepta ser intervenido (por el Ministerio de Hacienda) si incumple el objetivo de déficit. Y lo incumplirá, de hecho lo está incumpliendo, por lo que la intervención no tardará en llegar. Serán entonces los cuervos de Montoro los que tiñan de luto la ciudad de Cáceres.

Vale.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como siempre, muy acertado...