Como Rajoy y sus secuaces no dejan de sacar pecho con el archivo de la causa de los trajes de Francisco Camps, en un tribunal valenciano presidido por su amigo De la Rúa, una simple búsqueda de jurisprudencia del Tribunal Supremo, depara alguna sorpresa.
La Sentencia del TS 362/2008, de 13 de junio de 2008, recoge una cita de otra sentencia anterior, de 1998, cuya lectura, sin ser jurista, puede poner los pelos de punta al Curita y sus cómplices:
La homogeneidad entre los distintos tipos de cohecho ha sido expresamente proclamada por esta Sala. En efecto, la STS 1417/1998, 16 de diciembre , recuerda que "...la posible heterogeneidad de las diversas figuras de cohecho, es más aparente que real en cuanto que el bien jurídico que tratan de proteger, sus diferentes modalidades delictivas, es perfectamente unificable. Una moderna corriente doctrinal pone el acento en la necesidad de perseguir, con instrumentos penales, todas las actividades que revelan la corrupción de los funcionarios públicos y ponen en peligro la credibilidad democrática del sistema administrativo del Estado. Desde esta perspectiva se tiende a una política unitaria que trata de homologar todas las conductas que suponen la expresión de un comportamiento corrupto. En esta línea tanto el cohecho activo como el cohecho pasivo, el propio como el impropio, son manifestaciones de esta lacra de la corrupción que afecta a la buena marcha de la Administración pública y a la fe de los ciudadanos en las instituciones del Estado democrático y de derecho".
Vale.
La Sentencia del TS 362/2008, de 13 de junio de 2008, recoge una cita de otra sentencia anterior, de 1998, cuya lectura, sin ser jurista, puede poner los pelos de punta al Curita y sus cómplices:
La homogeneidad entre los distintos tipos de cohecho ha sido expresamente proclamada por esta Sala. En efecto, la STS 1417/1998, 16 de diciembre , recuerda que "...la posible heterogeneidad de las diversas figuras de cohecho, es más aparente que real en cuanto que el bien jurídico que tratan de proteger, sus diferentes modalidades delictivas, es perfectamente unificable. Una moderna corriente doctrinal pone el acento en la necesidad de perseguir, con instrumentos penales, todas las actividades que revelan la corrupción de los funcionarios públicos y ponen en peligro la credibilidad democrática del sistema administrativo del Estado. Desde esta perspectiva se tiende a una política unitaria que trata de homologar todas las conductas que suponen la expresión de un comportamiento corrupto. En esta línea tanto el cohecho activo como el cohecho pasivo, el propio como el impropio, son manifestaciones de esta lacra de la corrupción que afecta a la buena marcha de la Administración pública y a la fe de los ciudadanos en las instituciones del Estado democrático y de derecho".
Vale.
2 comentarios:
Que vuelva nuestro querido Guerra y los "descamisaos", tanto traje y tanto postín, hombre ya.Hasta los mismisimos....de esta gente.
Todo esto apesta y como esta gentuza no termine pagando mucha gente va a perder la poco confianza que le queda en los políticos y lo que es peor, voy a empezar a dar la razón a los que dicen que nuestro sistema judicial está podrido.
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