Ayer, sábado, un medio local publicaba una información sobre las exigencias de cumplimento que el barrio de Aldea Moret estaba llevando a cabo a la alcaldesa electa de Cáceres. Exigencias que tienen que ver con una situación que se viene arrastrando desde hace muchos años y que tiene su punto definitorio en una sensación atávica de no pertenencia.
Es cierto que muchos vecinos de la barriada, cuando han de desplazarse a realizar cualquier tipo de gestión o compra al centro de la ciudad, dicen que “van a Cáceres”, como si Aldea Moret no lo fuera. Aunque de hecho no lo fue. Durante mucho tiempo, lo que ahora es barriada, era una población, una entidad local distinta, que contaba con su propio Ayuntamiento, estación de ferrocarril...Por eso, la sensación atávica de no pertenencia se suma a la percepción de abandono que muchas veces sienten. Y a la sensación de haberse convertido, por mor de decisiones políticas, en una especie de gueto al que han ido a parar la inmensa mayor parte de miembros de la etnia gitana que vive en la ciudad. Claro, que también los propios miembros de la comunidad gitana se sienten apartados, excluidos. De ahí el éxito, por ejemplo, que tiene entre ellos la presencia de la iglesia evangélica.
Los vecinos de Aldea Moret reclaman acciones concretas, pero también reclaman atención y cuidado. Se resolvió el problema del bloque C con su total desalojo, pero quedan otros bloques donde los mismos problemas de convivencia se han ido acumulando. Y al bloque C hay que darle una solución. Los vecinos de Aldea Moret reclaman, sobre todo, atención para superar los problemas de convivencia, de paz social, algo muy difícil de conseguir y que desde la filosofía política y económica que viene propugnando la derecha tanto a nivel nacional como local, no tiene visos de que pueda lograrse. El hecho de que por primera vez la derecha haya ganado las elecciones en esa barriada añade un plus de expectativas que, de no cumplirse, pueden derivar en situaciones de conflicto social de muy difícil reparación.
Hoy, domingo, el mismo medio local se refiere a lo que piden los comerciantes a la nueva corporación, aún sin tomar posesión. Piden parkings y vigilancia. O lo que es lo mismo: espacios para que sus clientes puedan dejar tranquilamente sus vehículos cuando compran en las tiendas y vigilancia para que esos clientes estén seguros.
En realidad, exigen lo mismo que los vecinos de Aldea Moret. En la barriada, los vecinos ¿normales? se quejan de los gitanos que les incomodan, según ellos, en su convivencia social. En el centro, los comerciantes (vecinos ¿normales?) se quejan de “otros” incomodan a sus clientes y eso repercute en menores ventas.
Son cuestiones, las dos, las planteadas por los vecinos de Aldea Moret y por los comerciantes del centro, que se corresponden con promesas políticas del tipo de las “soluciones inmediatas”. Tú vótame que lo tuyo te lo arreglo enseguida. Y, desgraciadamente para quienes han confiado su voto a la derecha, no es así. Atenderán, como es obvio, a las directrices que desde la dirección nacional les marquen.
Y así, mientras que las soluciones que pudieran plantearse para las exigencias de Aldea Moret (y que se venían llevando a cabo en la anterior legislatura que acaba con bastante éxito) tienen mucho que ver con el denominado Estado del Bienestar, las pocas cosas que el medio mudo jefe del Partido Popular suelta, hacen temerse lo peor, aquello de “podremos tener el estado del bienestar que nos podamos permitir”, las soluciones que demandan los comerciantes tienen mucho en común con lo que de verdad importa a la derecha: los negocios. Y si son los negocios tradicionales, para ellos soluciones las que pidan: parkings? vigilancia? Pues más parkings y más vigilancia, que es cuestión de dinero agradecido.
Como sigamos así, cada día con un colectivo, con un grupo de ciudadanos reclamando #quehaydelomio, cuando todavía faltan 6 días para la toma de posesión de la nueva corporación, no va a hacer falta nada para más que empezar el lunes a cumplir. O lo que es lo mismo: el lunes, 13 de junio, pasarán los taxis por la plaza, el martes, 14 de junio, las máquinas comenzarán la excavación de un parking en Cánovas, el miércoles, 15 de junio, se firmará la paz social definitiva en Aldea Moret, el jueves, 16 de junio, los autobuseros cobrarán lo que les dejó a deber don Gerardo, el viernes, 17 de junio, se reanudarán las ventas masivas de pisos son vender y el sábado, 16 de junio, en agradecimiento a que hemos solucionado todos los problemas, incluso los creados por la propia derecha (todos, of course), sacaremos a algún santo o santa en procesión. Por ejemplo, a santa Rita, abogada de los imposibles.
Vale.
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