martes, 8 de marzo de 2011

Foto robada, respeto y porquerías

El paso por el hospital del vicepresidente del gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha supuesto una más de las excusas que la extrema derecha política que marca la agenda ideológica de Marianito Camps para agredir a Rubalcaba (la crítica es un ejercicio noble). No ha existido ninguna clase de respeto, el mismo respeto que se tuvo, desde todas las áreas, con Esperanza Aguirre cuando anunció que necesitaba someterse a una intervención quirúrgica por un cáncer de mama.
La falta de respeto de la extrema derecha mediática hacia Rubalcaba, y la “forma” en la que el Partido Gurtelar ha hecho seguidismo de los “argumentos” de sus sostenedores, me lleva a plantear una cuestión.
Con motivo de la intervención quirúrgica a la que hubo de someterse Esperanza Aguirre, el respeto mostrado por todos, incluidos sus adversarios políticos, fue aparentemente roto por el libelo de Jota Pedro Exuperancio, que publicó en su portada una fotografía que, fuentes del entorno de la lideresa, fue calificada de “foto robada”.
Cabe plantearse que si la fotografía fue robada, es decir, obtenida sin su consentimiento, debió, de modo inmediato, presentarse la correspondiente querella criminal por intromisión ilegítima en la intimidad de Esperanza Aguirre.
Al día de hoy, no hay constancia de que se haya presentado esa querella criminal, por lo que la conclusión parece clara: la fotografía “robada”, publicada en la portada de El Mundo, no lo fue. En realidad, y dadas las conexiones ideológicas y entramados de intereses cruzados entre el Partido Gurtelar y el periódico (o lo que sea) que dirige JotaPedro, la fotografía, en la portada, no era más que un acto más de propaganda electoral, pactado.
Después de los ataques sufridos por Rubalcaba por sujetos de dudosa calaña moral y democrática, incluidos los ataques que con tanto afán le prodiga el falso ladrón de fotografías, cabe recordar, para quienes vean esa portada de El Mundo que no es ninguna fotografía robada, que es un cartel electoral a mayor gloria de Esperanza Aguirre.
Para mí, el comportamiento del Partido Gurtelar con esta fotografía me recuerda al negocio que hizo el yernísimo con las fotos del general bajito agonizando.
Vale.

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