A lo largo del mes de agosto, y al hilo de las primarias para la candidatura socialista en la Comunidad de Madrid, se han venido publicando diversas informaciones en la prensa local cacereña sobre unas posibles primarias para encabezar la lista del PSOE al Ayuntamiento local. Muy interesantes las informaciones, ya que en ningún momento se incluía en ellas referencias a los procedimientos fijados por la Comisión Ejecutiva Federal socialista, y, por tanto, orilladas exclusivamente, si fueran veraces las noticias, a intereses individuales. Intereses nada objetables, por otra parte.
Sin embargo, y mientras en los medios de comunicación se había publicado en fechas anteriores que la dirección del PP extremeño había decretado la candidatura de Elena Nevado por el partido de la derecha, sin ningún tipo de debate interno, los dos medios escritos alientan que ese debate se produzca en el partido que gobierna el Ayuntamiento. ¿A que se debe que se aliente ese debate en un partido y no se haga la más mínima crítica cuando en el otro ni se plantea? En estos meses de verano, los estudiantes de periodismo hacen las prácticas. ¿Estarán aprendiendo ya que a la derecha se le permite cualquier cosa y que a la más mínima hay que criticar a la izquierda?
No importan las listas a los medios de comunicación, les importa las personas, más fácilmente criticables. Pero, políticamente, las listas no deberían importar a los partidos democráticos, como no le importan a la derecha. Deberían importar los equipos.
Los equipos políticos que concurren con unas determinadas siglas y con unas determinadas proyecciones ideológicas deben, deberían, ser más importantes para los ciudadanos, y, por ello, más interesantes para los periódicos. Claro, que también hablamos de periódicos y periodistas, y eso, en Cáceres, es una cuestión que deja mucho que desear.
Así, mientras los periodistas locales, más gacetilleros que escritores de prensa, se han interesado por este o aquel nombre que pudiera estar interesado en que hubiera primarias en el partido socialista cacereño, han estado especulando con nombres. Pero esos gacetilleros locales, todos, tienen desde finales de julio una información, contrastada por ellos mismos, de la inclusión más que posible en la lista del partido de la derecha de una persona conocida, profesional militar, que está avalada por un importante sector del PP local y guardan silencio.
A los periodistas locales no les interesan las listas de los partidos a las elecciones, mucho menos los equipos de personas que conformen esas listas. A los periodistas, gacetilleros locales, les interesan las personas, los individuos, sobre los que pueden influir porque salir en los papeles en una ciudad pequeña y pacata puede ser determinante para las aspiraciones, cortas, de algunos: una foto en el periódico es un éxito.
Sin embargo, esos mismos periodistas callan cuando, teniendo una información contrastada, que afecta a la derecha, se les pide que no la hagan pública todavía, porque no interesa, porque puede ser contraproducente o porque esperan el mejor momento para que tenga el mayor y más beneficioso impacto electoral. Vamos, que se pliegan los gacetilleros a la estrategia militar.
Vale.
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