Desde fechas recientes se vienen publicando en las gacetillas locales de Cáceres informaciones que se refieren al deseo del equipo de mando del Ayuntamiento, del Partido Popular, de eliminar la costumbre comercial de sacar a la fachada de los locales la fruta para su mejor venta. Y lo hace en aras de "la salud pública" y las formas son propias de amenazas del mando más que de recomendaciones de gobierno. Aquí, como en otras muchas actitudes, está también la diferencia entre mando y gobierno, entre derechas e izquierdas.
Los fruteros de Cáceres se quejan, inermes, ante las actitudes de mando de la alcaldía. Hay que recordar que en las pasadas elecciones municipales, el PP obtuvo una holgada mayoría. Trasladando los resultados al gremio de fruteros, una holgada mayoría de éstos votó al PP. Pues, helo ahí, a disfrutar de lo votado.
La prohibición que pretende establecer el partido de la derechona recuerda a la eliminación, por razones estéticas, de los hombres anuncio de las tiendas de "compro oro" o aquella otra, por razones de no molestar el paso de viandantes, de quitar los carteles de los restaurantes de menú del día, ambas del manirroto Gallardón.
Si los fruteros de Cáceres no estuvieran hipotecados por su propio voto del 22 de mayo, hoy habrían tenido una ocasión manifiesta de haber afeado al equipo de gobierno municipal sus amenazas para que retiren las frutas de las puertas de sus establecimientos, porque en el Paseo de Cánovas había fruta en las mismas (o peores) condiciones con las que ellos tratan de vender sus productos hortícolas y frutales.
Las fotografías que ilustran esta entrada, captadas en la mañana de hoy, 2 de octubre, en el Paseo de Cánovas muestran fruta expuesta al aire libro, en un evento cuya responsabilidad es del equipo de mando que preside Elena Nevado, porque, al fin y al cabo, IFECA es responsabilidad primera y directa del Ayuntamiento.
Amenazar a los fruteros bajo la etiqueta de la "salud pública" y, al mismo tiempo, incurrir en la misma situación por la que se amenaza demuestra que en materia de fruta, hay quien no sólo está verde, sino que tiene grandes obstáculos para madurar.
Los fruteros de Cáceres se quejan, inermes, ante las actitudes de mando de la alcaldía. Hay que recordar que en las pasadas elecciones municipales, el PP obtuvo una holgada mayoría. Trasladando los resultados al gremio de fruteros, una holgada mayoría de éstos votó al PP. Pues, helo ahí, a disfrutar de lo votado.
La prohibición que pretende establecer el partido de la derechona recuerda a la eliminación, por razones estéticas, de los hombres anuncio de las tiendas de "compro oro" o aquella otra, por razones de no molestar el paso de viandantes, de quitar los carteles de los restaurantes de menú del día, ambas del manirroto Gallardón.
Si los fruteros de Cáceres no estuvieran hipotecados por su propio voto del 22 de mayo, hoy habrían tenido una ocasión manifiesta de haber afeado al equipo de gobierno municipal sus amenazas para que retiren las frutas de las puertas de sus establecimientos, porque en el Paseo de Cánovas había fruta en las mismas (o peores) condiciones con las que ellos tratan de vender sus productos hortícolas y frutales.
Las fotografías que ilustran esta entrada, captadas en la mañana de hoy, 2 de octubre, en el Paseo de Cánovas muestran fruta expuesta al aire libro, en un evento cuya responsabilidad es del equipo de mando que preside Elena Nevado, porque, al fin y al cabo, IFECA es responsabilidad primera y directa del Ayuntamiento.
Amenazar a los fruteros bajo la etiqueta de la "salud pública" y, al mismo tiempo, incurrir en la misma situación por la que se amenaza demuestra que en materia de fruta, hay quien no sólo está verde, sino que tiene grandes obstáculos para madurar.
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